Hace cuatro meses que Priscilla, el biopic de Priscilla Presley, se estrenó en Estados Unidos, pero por fin acaba de ver la luz en las salas de cine españolas. Dirigida por Sofia Coppola, al frente de su noveno largometraje, y protagonizada por Cailee Spaeny y Jacob Elordi en la piel de Priscilla y Elvis, respectivamente, la película es una adaptación de las memorias de la propia Priscilla, Elvis y yo, y relata la vida de la famosa pareja, desde que se conocieron cuando él ya era una estrella de la música y ella solo una niña hasta su divorcio a principios de los años 70.
Aunque la vida de Elvis se ha abordado en otras películas -la más reciente Elvis protagonizada por Austin Butler-, la versión de Sofia Coppola está centrada en la figura de Priscilla y aborda la vida y relación de la pareja desde la perspectiva de la actriz, que se ha mostrado emocionada por ver cobrar vida su relato de la mano de una cineasta a la que admira. Sin embargo, aunque la película ha sido objeto de grandes elogios en general, especialmente hacia las interpretaciones de sus dos actores protagonistas, la producción de la película se ha visto inevitablemente salpicada por una polémica: antes de fallecer en enero de 2023, la hija de Lisa Marie Presley se mostró en contra de la imagen de su padre en el nuevo 'biopic' y así se lo hizo saber a la directora, cruzando ambas una serie de correos que salieron a la luz.
"Perspectiva vengativa y despectiva": antes de morir, la hija de Elvis Presley hizo una petición desesperada sobre el 'biopic' de Sofia CoppolaSin embargo, Sofia Coppola siempre ha querido dejar claro que su intención nunca ha sido "vilipendiar" a Elvis Presley, sino sencillamente contar la versión de la historia de Priscilla, el centro de su película:
"Hablé mucho con ella mientras lo preparaba", aseguró a Total Film en una entrevista a finales de 2023. Ella se puso a mi disposición. Para mí era importante que ella se sintiera bien con eso y que representara lo que estaba tratando de expresar. Fue un desafío: ¿cómo hago lo que quiero hacer, pero también me aseguro de que la respete y cuente su historia? Nunca quise vilipendiarle. Hubo momentos divertidos y se amaban, y luego están los momentos oscuros".
El único objetivo de Coppola era contar la historia de Priscilla con honestidad, pero una el entorno de Elvis se ha mostrado ofendido con cómo eso pueda dañar la imagen del artista. Desde el hecho de que Priscilla solo tuviera 14 años cuando comenzó su relación, hasta la descripción del abuso de sustancias, las infidelidades y otros aspectos de la relación tóxica que mantenían.
Priscilla aborda con detalle la vida de la pareja a través de las memorias de la artista y de las entrevistas mantenidas con Priscilla Presley, aunque, en sus menos de dos horas de duración -1 hora y 50 minutos-, es lógico que se deje algunos temas fuera y no cobra las memorias al completo.
Uno de los episodios de los que se ha hablado mucho pero que no aparece en la película de Coppola es cuando supuestamente Elvis, tras enterarse de que Priscilla le había sido infiel con el dueño de su escuela de danza Mike Stone, enloqueció tanto con la idea que se pensó seriamente en contratar un sicario y llegó a decirle a su entorno: "Hay demasiado dolor en mí... Stone [debe] morir". Priscilla también confirmó la historia: "En ese momento él quería que eso sucediera. Era hablar con rabia, hablar por emoción". Por suerte, el cantante fue persuadido para no llevar a cabo su plan. En ese momento, Priscilla ya le había hecho llegar la solicitud de divorcio y la situación entre ambos estaba en un momento muy delicado.
El incidente en cuestión no forma parte de la película porque el filme termina poco después de la actriz pidiera divorciarse y, todo lo que ocurrió después, quedó fuera del relato. "Mi vida era su vida", contaría Priscilla Presley a la revista People en 1978. "Mis problemas eran secundarios".
Aún así, el divorcio fue amistoso, tal y como ella reveló en una entrevista en 2016 con ETOnline: "No me divorcié de él porque no lo amaba. Él era el amor de mi vida, pero tenía que conocer el mundo". Tras su separación, compartían la custodia de Lisa Marie y se siguieron viendo. "Quería morir", admitió en sus memorias sobre cómo se sintió al enterarse de que el artista había muerto.
