Durante décadas de había considerado imposible de filmar a pesar de los múltiples intentos por parte de distintos cineastas, pero Peter Jackson, un director afincado en Nueva Zelanda que ya se había hecho notar con algunas de sus primeras películas como Mal gusto, Criaturas celestiales o Agárrame esos fantasmas, fue el único que lo consiguió. La trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson logró llevar a la gran pantalla por primera vez en acción real la gran obra de J.R.R. Tolkien y el resultado no solo demostró que dar vida a la Tierra Media era posible, sino que hoy por hoy sigue siendo la mejor saga cinematográfica de fantasía de todos los tiempos.
Aunque al principio recibida con cierto escepticismo pero también mucha emoción por los amantes de la famosa obra literaria en todo el mundo, el trabajo de Peter Jackson en su adaptación fue objeto de los mejores elogios y, además, se convirtió en un auténtico fenómeno: más de 3.000 millones recaudados en taquilla.
La adaptación de Peter Jackson de la obra de Tolkien fue en forma de trilogía: tres películas que fueron rodadas al mismo tiempo en Nueva Zelanda y que se estrenaron en años consecutivos: El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo (2001), El Señor de los Anillos: las dos torres (2002) y El Señor de los Anillos: el retorno del Rey (2003).
La primera de ellas, El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, fue la puerta de entrada a un universo que nos moríamos por ver en pantalla y se emite hoy, viernes 16 de febrero de 2024 a las 23.00 horas en Antena 3 Neox.
La primera película de la saga que adapta El Señor de los Anillos de Tolkien nos presenta al joven y tímido hobbit, Frodo Bolsón (Elijah Wood), hereda un anillo por parte de su tío Bilbo Bolsón (Ian Holm), que se dispone a dejar la Comarca tras su 111 cumpleaños. La joya, que Bilbo encontró tras miles de años perdida, no es otra pieza que el Anillo único, el más poderoso de los anillos de poder forjados que, de ser recuperado por Sauron, el Señor Oscuro, permitiría al mayor villano de la Tierra Media obtener el máximo poder.
Frodo, con la ayuda del mago Gandalf, los hobbits Sam, Merry y Pippin, el elfo Legolas, el enano Gimli, y los humanos Boromir y Aragorn, asumen la misión de llevar el Anillo hasta el Monte del Destino, lugar donde fue forjado, y destruirlo para siempre. Pero para llegar allí será necesario recorrer la Tierra Media y aventurarse en Mordor, la tierra del Señor Oscuro, donde se enfrenta a las fuerzas malignas pero también al poder de corrupción que emana del propio anillo sobre sí mismo.
El director neozelandés había entrado por primera vez en contacto con la historia a través de la película animada de 1978 y posteriormente se interesaría por la novela. Extrañado por el hecho de que nunca se hubiera llevado a pantalla, Jackson empezó a mover fichas a mediados de los 90 y consiguió el respaldo de Harvery Wenstein. Una vez con la adquisición de derechos consolidada, comenzó un trabajo de escritura de guion, casting y preprodución que duró tres años hasta el comienzo del rodaje de las tres películas en 1999. La filmación de las tres películas se prolongó durante más de un año y, finalmente, La comunidad del anillo fue estrenada en 2001 como uno de los proyectos cinematográficos más ambiciosos de la historia.
"En esta primera entrega, Peter Jackson, cuyo nombre es ya indisociable de esta trilogía (y de su precedente, El Hobbit), dedica casi la primera hora del filme a situar a propios y extraños en los territorios del imaginario Tolkien", reza la crítica de cuatro estrellas de SensaCine. "Mastodóntico despliegue técnico al servicio de un relato elefantiásico, con base en uno de los argumentos más universales: desde una lectura colectiva, la confrontación entre pueblos; desde una perspectiva individual, la tentación que el mal puede suponer para un espíritu aún no corrompido. Y, entre todas estas cosas, va creciendo el grado de inmersión del espectador, la empatía con algunos personajes y la experimentación de emociones que van desde la ternura al miedo".