Antes de que Michael Crichton lanzara a la venta Parque jurásico, Steven Spielberg ya se había asegurado su adaptación pagándole un millón y medio de dólares por la idea (y otro medio millón por adaptar su libro a guion). Era 1990 y no tenían ni idea de que estaban a punto de despertar a un monstruo. Aunque claro, por el camino se hicieron variaciones de la novela que en la película solo se intuyen. Y puede que la más increíble sea la dulcificación de John Hammond.
Hammond de Jabugo
Cuando crecimos, todos vimos claro lo que estaba pasando en Parque Jurásico: Nedry no era tan malo como parecía, sino un informático mal pagado en un trabajo del que dependía todo el parque, y Hammond no tenía todo tan controlado como parecía. Pero en la novela es aún más descarado: el fundador del parque mintió a Nedry con un contrato malísimo y le forzó a hacer más de lo que había planeado por menos de lo que merecía. De hecho, al final acababa siendo asesinado brutalmente por los dinosaurios, dejando claro que era el verdadero villano detrás de todo.
Spielberg va dejando pequeñas pistas aquí y allí, todas reunidas en una sola frase: "No hemos reparado en gastos". Pero claramente sí lo hizo, y no solo en el contrato de Nedry: hay un momento en el que se dice claramente que Hammond "odia las inspecciones" y otro en el que vemos que la barra de seguridad que protege a los visitantes del parque puede levantarse sin ningún problema para acceder al laboratorio. Estéticamente precioso, con un logotipo increíble, pero el parque se caía a trozos antes incluso de que se cortara la electricidad.
Al final, en las películas, Hammond nunca tuvo su merecido, y murió oficialmente en 1997, justo después de que le viéramos en El mundo perdido. En Jurassic World tenían su estatua a la entrada del parque, simbolizando que al final logró su sueño: un parque de dinosaurios con el potencial de destruir a la humanidad. Qué bonito.