Hay un clásico indiscutible en el género de aventuras: Lawrence de Arabia. La película forma parte de la lista de películas culturalmente relevantes que la Biblioteca del Congreso de EE. UU. debe preservar para la posteridad. Ganó siete Premios de la Academia, incluidos los Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director. Y el American Film Institute votó esta obra maestra como la mejor epopeya en la historia de Hollywood. Además, ¿quién no ha escuchado hablar de ella?
Hay referencias directas a ella en multitud de títulos y procedentes de todo tipo de géneros, ya sea el cine de espías (James Bond: La espía que me amó) o 'thrillers' de ciencia ficción (Prometheus). Dirigida por David Lean, la epopeya dejó una huella duradera en las historias de aventuras e hizo que los espectadores soñaran con lugares lejanos y hazañas arriesgadas.
Lawrence de Arabia sigue perdurando con el paso del tiempo y, décadas después de su estreno, continúa siendo tan fascinante como lo era entonces. La aventura del oficial británico Thomas Edward Lawrence (Peter O'Toole) tratando de liberar la Península Arábiga del ejército turco trata temas como la amistad, la expansión de horizontes culturales, el crecimiento moral y la superación de grandes peligros de manera grupal.
Inspirados en la vida y las acciones de Thomas Edward Lawrence en la vida real, los guionistas Robert Bolt y Michael Wilson crearon una compleja historia de guerra que queda impulsada a través de su reparto. Ya sea con la intensidad de O'Toole o con la prudencia de Alec Guinness -quien seguiría asombrándonos en Star Wars como Obi-Wan Kenobi-. El conjunto de personajes funciona a la perfección.
Llevando al espectador a una galaxia muy, muy lejana
No es que Lawrence de Arabia sea la primera película ambientada en el desierto, pero el equipo logró convertir el paisaje en un lugar único para el cine de aventuras. Sus imágenes fueron una plantilla a seguir para todas las películas del género que vendrían después y dieron forma a la ficción ambientada en galaxias distantes. Ahí está Dune, cuyo Paul Atreides y las Fremen tienen mucho de Lawrence de Arabia, o La Guerra de las Galaxias de George Lucas, que cuenta con referentes de todos los estilos. Por supuesto, también la cinta de Lean.
Empezando por las secuencias de Tatooine y terminando por el aspecto de Luke Skywalker, hay muchas conexiones entre Lawrence de Arabia y la genial cinta de ciencia ficción. De hecho, el desierto jordano de Wadi Rum, donde Lean filmó algunas de las secuencias más destacadas, también sirvió como localización para los equipos detrás de Rogue One y El ascenso de Skywalker. Del mismo modo, la Plaza de España de Sevilla, que fue utilizada en Lawrence de Arabia para escenificar una base militar británica en El Cairo, vuelve a aparecer en El ataque de los clones. Incluso la reciente The Mandalorian tiene secuencias cercanas a la película.