David Cronenberg es el rey de la nueva carne. Es decir, esas películas en las que el cuerpo evoluciona y cambia. Crímenes del futuro es un gran y reciente ejemplo. Julia Ducornau con su Titane se ha convertido en otra referente de este tipo de filmes. Son ficción y no son fáciles de mirar, así que imagina si lo que te ponen delante son imágenes reales del cuerpo humano.
Ninguna película en los últimos años se ha enfrentado de forma tan despiadada y más descarada con el público como De Humani Corporis Fabrica (En español retraduce como: La fábrica del cuerpo humano). No es una película de terror, sino un documental, pero ver el filme dirigido por Verena Paravel y Lucien Castaing-Taylor es una auténtica prueba de coraje.
"Ver a niños siendo disparados y asesinados no es arte": El 'thriller' que hizo que 100 personas se largaran del cineLa pareja del cineasta está detrás de algunos de los documentales más radicales de los últimos años. Leviatán, de 2012, es una experiencia sobre la industria pesquera norteamericana que ofrece imágenes inéditas. Caniba, de 2017, mostró al asesino y canibal japones Issei Sagawa. De Humani Corporis Fabrica, de 2022, es su último trabajo y es un estudio sobre el cuerpo humano en un hospital.
UN HOSPITAL Y CUERPOS HUMANOS
El documental describe el día a día de un hospital de París y obliga al espectador a aceptar sus propios cuerpos y, por ende, su existencia. Si crees que tienes el coraje suficiente, De Humani Corporis Fabrica está disponible en Filmin.
En el largometraje escuchamos a los médicos y cirujanos abrir cuerpos humanos, hurgar en ellos y coserlos. También vemos y notamos lo que no percibimos cuando estamos anestesiados: los profesionales hacen bromas, afrontan con rabia y humor su realidad laboral, hablan de asuntos privados y hacen diferentes comentarios con un cuerpo abierto en canal delante de ellos.
Con la ayuda de cámaras endoscópicas penetramos en nuestro interior. A veces bello, a veces no tanto, pro siempre sorprendente. Las imágenes, no obstante, pueden llegar a ser insoportables a la vista. Vemos un parto por cesárea, una cirugía de próstata, la inserción de una lente en un ojo… En definitiva, el documental no tiene miedo a mostrar los órganos internos: la vejiga, el hígado y más. Los directores detrás del proyecto también se adentran en la morgue, donde se pueden ver los cadáveres amontonados uno detrás de otro.
En definitiva, un proyecto que no está destinado a los estómagos más débiles y que pone a prueba al espectador.
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