Uno de los grandes villanos de la saga Jurassic World no debería estar ahí. Y es que Henry Wu moría en la primera novela de Michael Crichton sin convertirse en un héroe ni un villano: tenía bastante más importancia que en la película pero no dejaba de ser carne para la picadora. O para el velocirráptor, más concretamente. Sin embargo, en el cine no ha dejado de crecer hasta convertirse en pieza fundamental de la saga. Y es algo que ya se podía intuir desde la primera parte.
Yo estaba diciendo Wu-arns
Cuando a BD Wong le dieron el papel del doctor Wu a inicios de los 90, no pudo alegrarse más: su personaje era co-protagonista y vital para la historia, como una persona que quiere recuperar su influencia con Hammond e intentaba hacerle ver que los dinosaurios de la isla no eran reales. En la película solo le tenemos durante una escena donde responde a las preguntas de los personajes principales. Wong está convencido de que este recorte se debía a la exclusión racial en Hollywood en los 90, y probablemente no le falte razón.
Pero Steven Spielberg pareció meter un pequeño guiño hacia el futuro, quizá con la intención de recuperarle más adelante y que dejaba ver que ocultaba algo. En esa escena en la que parece podemos verle borrando una ficha de datos del laboratorio que ha escrito a lápiz... cuando resulta que borrarla no solo es impropio, sino también poco ético para los científicos, que deben mantener todos los errores a la vista para no repetirlos. Si el director tenía algo en mente o fue una casualidad que después acabaron aprovechando en las películas posteriores es algo que es imposible saber.
Dado que Wu no muere al final de Jurassic World: Dominion es posible que le recuperen en la nueva trilogía que desde Universal ya han dicho que van a hacer sí o sí. De rodar sus escenas en uno o dos días a ser recuperado contra todo pronóstico, Henry Wu es la mejor prueba de que Hollywood ha evolucionado por su propio bien. Francamente, ya iba siendo hora.