Lo intentaron durante años, pero uno a uno todos los que lo hicieron consideraron que Dune, la obra maestra de Frank Herbert, era imposible de llevar al cine. Alejandro Jodorowsky insistió en hacer una versión de catorce horas que no consiguió suficiente financiación (por lo que sea), David Lynch hizo lo que ya todos conocemos y solo después del éxito de El señor de los anillos, que animó a los estudios a hacer más sagas, pudimos llegar a las películas actuales de Denis Villeneuve. Ha sido un camino de casi seis décadas, pero ha merecido la pena. Con o sin palomitero espacial.
Poderoso caballero es Dune Dinero
La semana después de conseguir la nominación al Óscar a mejor director por La Llegada, Denis Villeneuve firmó por Dune, una película que era, según él, un sueño hecho realidad porque ya se había resignado a hacerla algún día debido a la dificultad de conseguir los derechos. Cayeron en la persona adecuada, en el momento adecuado. Y el resultado fue impoluto. Bueno, casi.
Y es que, en un principio, la película era tan conceptual que el logotipo estaba formado por las mismas cuatro partes de un semicírculo, que formaba una D, una U, una N minúscula y una... C. Antes siquiera de ver un tráiler, la película ya tuvo su propio meme gracias a "Dunc". Por suerte, supieron solucionarlo añadiendo una nave saliendo de la C en línea recta y convirtiéndola en una E. Ya estaba hecho. Dune había nacido.
Parece que no puede haber un lanzamiento de Dune (o Dunc) sin un meme antes de ver una sola imagen, y en el caso de la segunda parte ha sido el famoso palomitero monstruoso que muchos han pensado que se parecía en demasía a un juguete sexual. No volveremos a ver Arrakis de la misma forma...