Han pasado casi 50 años desde que Harrison Ford consiguió hacerse con el papel que le cambiaría la vida. Ahora, a sus 81, es un veterano actor con una larga lista de inconfundibles títulos a sus espaldas y el innegable honor de haber interpretado algunos de los personajes más icónicos de la gran pantalla, pero los comienzos del intérprete no fueron fáciles en sus primeros años. De hecho, en su primera década tratando de abrirse camino en el oficio, Ford incluso llegó a plantearse cambiar de profesión y no fue hasta la segunda mitad de los años 70 que comenzó a tener sus primeras oportunidades importantes.
Conocer a un entonces desconocido George Lucas para formar parte en su segunda película, American Graffiti, y, justo a continuación, obtener un papel en la película La conversación de Francis Ford Coppola supusieron un gran paso, pero el empujón definitivo no llegaría hasta 1976, cuando consiguió hacerse con el papel de Han Solo en la ahora mítica Star Wars. Entonces nadie sabía que aquella primera película llamada Una nueva esperanza se convertiría en la primera de la más importante saga de ciencia ficción de todos los tiempos.
Ford consiguió hacerse con el papel pese a algunas reticencias iniciales y a la dura competencia pero ahora sería imposible pensar en ningún otro rostro dando vida al carismático contrabandista a bordo del Halcón Milenario.
El actor, junto al resto del equipo, rodaría Star Wars: Una nueva esperanza durante varios meses en 1976 y en diversas localizaciones. Durante el proceso, Harrison Ford alquiló parte de una casa en Londres, para estar cerca de los estudios Elstree donde se llevó a cabo el rodaje de todas las escenas de interior. Tras la finalización del rodaje, Ford dejó la casa olvidando por accidente un borrador del guion de la película.
Ese guion, casi 50 años después, ha sido vendido por 10,795 libras -unos 13.000 dólares- en una subasta organizada por Excalibur Auctions, según ha informado Deadline. El comprador se trata de un coleccionista anónimo del que solo se sabe que reside en Austria y, por supuesto, que se trata de un gran fan de Star Wars.
"Tiene su ADN en él", dijo la copropietaria de Excalibur Auctions Sarah Torode durante la venta. "Podría incluso tener su sudor en él".
El apartamento en el que residió Ford durante este especial momento de su vida formaba parte de una casa grande: en los dos pisos de arriba residía el actor, mientras que, en los de abajo, vivía la pareja de caseros que arrendaba el apartamento y que, al parecer, ni siquiera tenía ni idea al principio de que le estaban alquilando la vivienda a una estrella de cine. Finalmente se volvieron bastante cercanos.
Durante años, la familia conservó el guion, que se trataba de un cuarto borrador de Una nueva esperanza originalmente titulado Las aventuras de Luke Starkiller. En él, Han Solo hacía su primera aparición en la página 56 y contenía escenas que finalmente no formaron parte del quinto guion, que fue el definitivo.
El guion no es la única pertenencia de Ford que la familia ha llevado a subasta, sino que también se ha deshecho de una carta de la agente del actor, Patricia McQueeney, y un calendario de rodaje con una anotación escrita de puño y letra por el propio Ford. "Durante la venta se hicieron ofertas competitivas en todo el mundo por estas piezas nunca antes vistas de la historia de Star Wars", aseguró Jonathan Torode, copropietario de Excalibur Auctions, en un comunicado compartido con BBC News. "La procedencia personal los hace totalmente únicos. Esperamos que sus nuevos propietarios los aprecien tanto como lo fueron los anteriores".
