Cuando se estrenó en 2012, Los juegos del hambre resultó ser un auténtico éxito que desencadenó una ola de películas distópicas dirigidas a los más jóvenes. Duró unos años y, aquel estudio que llegó un poco más tarde, vio cómo su producto moría lentamente en cartelera. La saga de Katniss Everdeen siempre se mantuvo en lo más alto, pero no fue lo que pasó con Divergente.
Lo que parecía que iba a convertirse en otra franquicia de acción y ciencia ficción acabó por terminarse antes de tiempo y dejó por el camino una entrega ya planeada que no llegó a ver la luz. Los fans se tuvieron que conformar con un 'cliffhanger'.
Divergente es la adaptación de la novela homónima escrita por Veronica Roth, la cual alcanzó el número 6 en la lista de libros más vendidos del New York Times Children's Chapter Books, donde permaneció 11 semanas. Por su temática post-apocalíptica fue comparada con historias como la ya citada Los juegos del hambre o El corredor del laberinto. Y es que, aunque cuentan una aventura muy diferente, la realidad es que todas van de adolescentes buscándose la vida en un entorno desolado.
En la historia escrita por Roth, Chicago ha quedado dividido en cinco facciones: Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición. La sociedad es destinada a cada uno de esos sectores en función de la virtud que posean y, una vez dentro, no pueden cambiar. Al cumplir 16 años se realizan una prueba psicológica que determina su futuro.
Beatrice resulta ser un humano único, ya que en su test aparecen rasgos de varias facciones. Esto la convierte en Divergente, una persona que puede pensar de forma independiente y, por tanto, peligrosa para el gobierno.
La saga cinematográfica se compone de tres películas y podría haber tenido más si los planes iniciales hubieran salido bien. Una cuarta entrega estaba prevista para estrenarse en marzo de 2017, pero nunca llegó a ser una realidad.
El 8 de febrero de 2016 se anunció que Robert Schwentke, quien se había encargado de Insurgente y Leal, había decidido abandonar la producción de la cuarta película, Ascendente. Aunque el estudio le buscó un reemplazo en Lee Toland Krieger, decidió cambiar por completo de planes y desarrollar, en su lugar, una serie de televisión. La actriz protagonista, Shailene Woodley, no quiso seguir adelante porque su contrato especificaba que tenía que tener un estreno cinematográfico, por lo que el proyecto se quedó en el aire.
Después fue cuando llegó la pandemia y el COVID-19 paralizó la industria. Dado que se han quedado sin protagonista, han sufrido cambios en el equipo y la cadena tiene cada vez menos interés en desarrollar la serie, la producción parece cada vez más encaminada a quedarse sin terminar.
No suele suceder que una serie de películas ya establecida y con una base de fans consolidada se desmorone cuando queda tan poco antes de su final -sobre todo, de un final ya anunciado-. Pero es lo que sucedió con esta franquicia distópica. Ahora es cuestión de tiempo ver si realmente se trata de un proyecto muerto o si conseguirá renacer en otro formato. No olvidemos que otras sagas como La brújula dorada regresaron con bastante éxito incluso una década después.