Trasladar una historia concebida sobre el papel a la gran pantalla tiene sus peculiaridades. "Cuando adaptas, transformas", dice Denis Villenenuve en SensaCine. Eso es una máxima que el cineasta ha ejecutado en Dune 2. En el proceso de traducción de la historia escrita por Frank Herbert a la gran pantalla, el director no ha tenido miedo de mutilar y cambiar personajes. Y lo ha hecho con un deseo en mente: que el público percibiera a su protagonista de la forma en la que el propio Herbert concibió.
"Intenté ser fiel a la poesía del libro, pero había algunos elementos que tuve que transformar porque quería que fuese más fiel a Frank Herbert", explica Villeneuve. "Cuando el libro se publicó, al principio, Frank Herbert quedó decepcionado por cómo se percibió porque se dio cuenta de que los lectores veían a Paul como una figura heroica y él quería hacer lo opuesto".
El sexo está bien, pero ¿has visto 'Dune 2'?Para intentar subsanar algo que no anticipó, Herbert continuó la historia de Paul Atreides con un nuevo libro: El Mesías de Dune. "Una especie de epílogo", describe Villeneuve la novela, que también espera llevar a la gran pantalla con Dune 3. Pero no nos adelantemos.
Como añade el cineasta:
Quería intentar asegurarme de que la adaptación abrazara o se acercara lo más posible a su deseo inicial de que la película fuera... El libro que quería hacer era una historia de advertencia más que una celebración. Un aviso
Dune 2, que llega a los cines el 1 de marzo, comienza donde termina Dune. Paul Atreides y su madre Lady Jessica huyen después de ser traicionados. Los Harkonnen han vuelto a gobernar Arrakis y dan por desaparecida a la casa Atreides. Ante ese manto de invisibilidad, el protagonista va integrándose entre los Fremen, los nativos del planeta divididos en dos grupos: los fanáticos religiosos y los contrarios a las profecías. Stilgar está en el primer grupo, quienes creen que un mesías llegará para salvarlos. Chani, la mujer que aparece en los sueños de Paul, está en el opuesto: los Fremen se liberarán a sí mismos.
En ese proceso de transformación que ha llevado a cabo Villeneuve con Dune 2, le ha dado más protagonismo a las mujeres. Zendaya, que interpreta a Chani, es una de las desviaciones más radicales de la novela. "Lo que más he apreciado que ha hecho Denis con ella es que le ha dado su propia mentalidad, sus propias pasiones y convicciones y pensamientos y deseos y necesidades", afirma la actriz.
Lo mismo ha hecho con la princesa Irulan, que en la novela de Herbert es una mera presencia. Florence Pugh interpreta al personaje en la gran pantalla y Villeneuve ha querido que tenga espacio para presentarse ante el público. "Fue muy importante que la hiciéramos presente", destaca Pugh. "Era muy obvio en el guion que necesitaba tener suficiente presencia para ayudar a guiar al público, para que entiendan lo que está pasando y lo que el resto del mundo está pensando sin entender la historia de Chani y Paul. Ella actúa como un narrador directo".
Para Pugh fue muy valioso que la princesa Irulan fuera un personaje misterioso. "Fue muy importante para mí mantener esa seducción y ese misticismo", indica. "No estamos del todo seguros de qué lado está. Sabemos que es increíblemente inteligente y muy callada, pero tiene muchas habilidades". Si hay suerte, será una de las protagonistas de Dune 3.
UNA PRIMERA VEZ PARA TIMOTHÉE CHALAMET
Dune 2 es una primera vez para su protagonista. Timothée Chalamet regresa como Paul Atreides en la secuela, la primera de su carrera. "Fue un sueño porque esperaba que pudiéramos ver a Paul finalizar su viaje, el que leímos en el libro. Terminé de rodar la primera sin saber si íbamos a tener la oportunidad de volver a una escuela, así que estaba muy preparado para el regreso", reconoce.
Cuando Chalamet volvió a ponerse el destiltraje para moverse por las arenas de Arrakis, se reencontró con los actores de la primera entrega, pero también con nuevos compañeros. Zendaya es una veterana. Pugh, por otro lado, es una de las recién llegadas a la franquicia. Austin Butler, que da vida al sádico Feyd-Rautha, también.
"Describió, al principio, ciertos elementos, como que quería que fuera físicamente imponente y animalista", dice Butler sobre las conversaciones que mantuvo con Villeneuve para preparar su personaje. "Empecé a trabajar muy pronto con un Navy Seal. También tenía que meterme en esa mentalidad de guerrero. Me fijé en muchos animales, en serpientes y cómo se movían, como una Mamba Negra. Un tiburón y cómo son cuando están en modo cazador, cómo son sus ojos. O una pantera y la forma en la que se mueve, que pueden estar muy relajados y luego atacar".
UN DIRECTOR DE CINE INDEPENDIENTE DETRÁS DE UN 'BLOCKBUSTER'
Dune 2 es una película de una escala gigantesca, pero no es algo que los actores perciben en el set. "La gente habla de películas más grandes y la presión que sienten...", afirma Josh Brolin sobre volver en la secuela como Gurney Halleck después de la reacción tan positiva de la primera. "Recuerdo a Timothée, al principio de la primera película, como era su primera gran experiencia, mucho presupuesto y todo eso; estaba en plan: '¿se hace algo diferente?'. Esa es la percepción si no tienes experiencia", añade.
Para Brolin, lo que hace que Dune 2 sea como cualquier otro proyecto es Villeneuve. "Siempre hace que parezca tan íntima, la historia, y tan personal, que no piensas en dinero", afirma el actor. "No entiende de límites. Eso se perdió cuando nació".
Como continúa:
Es un director nato. Es un contador de historias nato. Constantemente se reta a sí mismo para ir a más y a más y a más y, pese a eso, nunca pierde lo personal. Nunca pierde la intimidad de su historia. Es algo muy raro
Lo mismo opina Stellan Skarsgård, que vuelve como el Barón Vladimir Harkonnen. "Después de ver la primera película o ver todas las películas de Denis, no sientes mucha presión porque sabes que lo va a hacer bien", señala. "Es como Lars von Trier, es un director independiente. Es muy agradable en el set, es muy bonito trabajar con él, pero, al mismo tiempo, está haciendo grandes 'blockbusters".
Villeneuve ha sabido ir a más con cada película que ha hecho. Con Blade Runner 2049, la secuela de Blade Runner, ya dio un paso de gigante. Dune y su secuela Dune 2 son todavía más grandes. Pese a eso, el cineasta ha sabido mantener su esencia. "Tiene esta sensibilidad indie que me encanta y la diferencia es que la escala de esta es enorme y, de alguna forma, ha traído esa sensibilidad a algo de este tamaño", destaca Chalamet. "Cuando veo la película, puede que no todo el mundo opine esto, pero veo que hay pasión y no es alguien que han traído para dirigir un proyecto enorme y tomar decisiones. De verdad lo está viviendo".
Desde su primera película Polytechnique (2009), Villeneuve siempre se ha enfrentado a su trabajo con valentía. "Desde entonces, uso esta idea de siempre ponerme en peligro artístico para estimularme y conseguir algo que merezca la pena de acuerdo a mis propias capacidades", señala.
Es indudable que la saga Dune va a ser por lo que se va a recordar a Villeneuve, pero él todavía no se siente en la posición de definirla como su obra maestra. "Cada vez que hago una película, la hago como si fuese la última, así que lo doy todo", señala. "Cuando termino una película, y creo que es lo mismo para todos los directores, no ves lo que has hecho bien, ves en lo que has fallado. Así que no veo que mi trabajo sea perfecto para nada. Veo todo en lo que puedo mejorar. También debo decir que no tengo distancia. Acabo de terminar la película, así que no puedo reflexionar sobre mi propio trabajo. Es otra gente la que tiene que juzgar".
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