Brad Pitt es de forma indiscutible una de las grandes estrellas de Hollywood, pero, como todo actor y actriz que ha hecho de la industria cinematográfica su profesión, también ha tenido que hacer frente a diversas decepciones a lo largo de su carrera como intérprete. No obstante, el ganador del Oscar por su papel en Érase una vez en... Hollywood se lo ha tomado siempre con bastante filosofía y la realidad es que es más fácil escucharle hablar de algunas de sus frustraciones durante su experiencia en películas que sí llegó a hacer que escucharle lamentándose por la pérdida de un papel.
"Tal vez sea mi educación, pero vengo de un lugar de fe donde, si no lo obtuve, simplemente no era mío", reflexionaba Pitt en una entrevista concedida a Collider en 2020. Según explicaba el actor, su aproximación es la misma tanto cuando ha perdido un papel que le interesaba porque han elegido a otro actor en su lugar, tanto como cuando ha rechazado papeles en películas que luego han resultado ser todo un éxito.
Brad Pitt ha hecho más de 80 películas, pero su favorita es su mayor fracaso: "La quiero mucho, como a las otras 10 personas que la vieron"Una de sus negativas más famosas, de hecho, es su rechazo al papel de Neo en Matrix, que finalmente fue a parar a Keanu Reeves, y es precisamente la que mencionaba por encima en la entrevista para pasar rápidamente del tema de rechazos y arrepentimientos, que claramente no va mucho con él. "Te daré uno [un ejemplo]. Sólo uno porque realmente creo que nunca fue mío. No es mío. Es de otra persona, ellos van y lo hacen. Realmente creo en eso. Pero sí pasé de Matrix. Tomé la pastilla roja. No me ofrecieron dos o tres". "Si estuviéramos haciendo una serie sobre las grandes películas que he dejado pasar, necesitaríamos dos noches".
Además de Matrix, Pitt llegó a rechazar Casi famosos, Kick Ass, la saga Bourne o Infiltrados, entre otros, pero mucho menos se sabe sobre las películas y series que le rechazaron a él: no obstante, sus sueños frustrados tuvieron lugar principalmente en sus primeras etapas como intérprete, cuando solo hacía pequeños papeles y buscaba la gran oportunidad que catapultase su carrera.
Paradójicamente, el sueño arruinado de Brad Pitt de aparecer en una película de acción en la que hubiera compartido protagonismo con actores de la talla de Robert de Niro o Kurt Russell y hubiera trabajado a las órdenes de Ron Howard acabó convirtiéndose en su gran oportunidad. En el año 1990 Brad Pitt quiso formar parte del elenco de Llamaradas, la película de acción de 1991 sobre dos hermanos bomberos que intentan sofocar unos incendios que amenazan la ciudad de Chicago, pero no fue elegido para el papel.
Según ha trascendido, la ilusión de Pitt era interpretar al más joven de estos dos hermanos, Brian McCaffrey, pero el papel fue a parar a William Baldwin porque funcionaba mejor físicamente como hermano del otro protagonista, que era Russell. Curiosamente, la decepción fue compartida por otras dos grandes futuras estrellas de Hollywood: Keanu Reeves y Robert Downey Jr.
Afortunadamente para Pitt, no conseguir aquel papel le llevó a estar disponible para su fichaje en Thelma y Louise de Ridley Scott, la película que sí supondría el empujón definitivo de su carrera y a partir de la cual comenzaría a convertirse en la estrella que es a día de hoy.