540 millones de dólares de taquilla no son suficientes para garantizar la secuela de una película. Al menos, no fueron suficientes para que Guerra Mundial Z, la película de zombis que más ha recaudado de la historia, pudiera desarrollar la segunda parte. Y eso que fue anunciada. ¿Qué pasó aquí? En un extraño giro de los acontecimientos: China tuvo la culpa.
Adaptación de la novela post-apocalíptica de Mark Brooks, Guerra Mundial Z supuso, tras su estreno en 2013 bajo la dirección de Marc Forster, un aire fresco que el subgénero cinematográfico de zombis ya llevaba tiempo pidiendo a gritos.
El perfil del protagonista ya es diferente al típico héroe que vemos en estas películas. Se trata de Gerry Lane, un investigador de las Naciones Unidas que debe averiguar el origen de un virus que está destruyendo a la humanidad. Quien queda contagiado se convierte en un zombi que solo quiere carne humana. Por ello deberá viajar a Jerusalén, donde se tienen los últimos registros de la epidemia, para tratar de dar con la clave que salvará a todos los infectados.
Paramount Pictures
Decimos que el perfil de Gerry Lane se aleja un poco de lo convencional en cuanto a que persigue el virus desde la parte más científica y no tanto en el cuerpo a cuerpo en la calle, pero la realidad es que Brad Pitt interpreta a una máquina de matar zombis que, posiblemente, no se relacione con ningún investigador de la vida real. Como muchos de sus papeles, Pitt es el héroe perfecto que siempre tiene una solución al problema y la capacidad física para enfrentarse a ello.
La película de terror más cara de todos los tiempos
La película es un despliegue de efectos visuales que hizo aumentar su presupuesto hasta alcanzar los 190 millones de dólares. Esta cifra la convierte en la cinta de terror más cara de la historia, según MovieWeb -y tal y como recogen nuestra web hermana AlloCine-.
Inicialmente iba a desarrollarse con 125 millones de dólares, pero el proceso de reescritura y los planos que tuvieron que grabar de nuevo elevaron el coste. En la industria cinematográfica, los 'reshoots' suelen ser sinónimo de que algo va mal, pero en el caso de Guerra Mundial Z todo fue estupendamente. La cinta fue rentable tras cosechar 540 millones de dólares y el camino parecía allanado para una secuela.
La secuela que nunca ocurrió
Tras la enorme acogida de la película zombi, todos estaban esperando la continuación. De hecho, el director y Paramount Pictures ya habían hablado previamente sobre el hecho de hacer una trilogía. Los problemas de producción les echaron un poco para atrás, pero los buenos resultados en taquilla avivaron sus ganas de continuar.
Así comenzaron las conversaciones para seguir adelante con la secuela y empezaron a contratar a los profesionales que se harían cargo. Entre los candidatos estuvo Juan Antonio Bayona -que venía de rodar Lo imposible- y David Fincher, pero el proyecto no llegó a cuajar. Aunque tenía a Brad Pitt a bordo, todo se desmoronó por la razón más improbable: China.
Según The Hollywood Reporter, después de que el gobierno chino prohibiera las películas con zombis o fantasmas, Paramount -suponemos que, sumado a los problemas que habían tenido para desarrollar la secuela- decidieron cancelar la segunda parte. Y así es como una de las películas más exitosas de las últimas décadas se quedó sin secuela.
