Hasta que no la ves, no sabes hasta qué punto Sin novedad en el frente (en su versión de 1930) cambió la historia del cine bélico para siempre. Todas las escenas que alguna vez te han marcado y que has creído novedosas en tantas y tantas películas ya estaban ahí, en esta impresionante ganadora del Óscar anti-bélica y que llega a helar la sangre en más de una ocasión. Tuvo una secuela ahora desconocida y la novela se adaptó otras dos veces, en 1979 y, por supuesto, en 2022. Y, por una vez, un remake aportó algo notoriamente novedoso.
Con novedad en el cine
Ahora, Sin novedad en el frente estaba rodada en alemán, con un director autóctono (Edward Berger) y producida por un gigante como Netflix. Los guionistas tardaron 16 años en poder llevarla al cine y, por cada año que querían asegurar sus derechos, tuvieron que apoquinar entre 10.000 y 20.000 dólares. En total se gastaron 200.000 dólares antes siquiera de que hubiera un actor o un director unido al proyecto.
Pero mereció la pena por un nivel al detalle exquisito. Por ejemplo, hay una escena en la que podemos ver al asistente de uno de los soldados que dispara con la ametralladora preparado con un martillo mientras tanto, para ayudar a limpiar cualquier atasco causado por el barro y las malas condiciones de las trincheras. Y, de paso, es un buen arma en caso de que un enemigo se acerque.
Sorprendentemente, podría haberse convertido en el primer remake de una ganadora del Óscar a mejor película que ganara el Óscar a mejor película, pero ese año tuvo que enfrentarse con Todo a la vez en todas partes. Eso sí, se fue con cuatro a casa, así que la misión estaba más que cumplida. Ya pueden descansar, soldados.