Originalmente iba a haber una tercera parte de Cazafantasmas. Por supuesto que iba a verla. Dan Aykroyd escribió un guion en el que el grupo se transportaba al Manhattan de una realidad alternativa (Manhellton). El problema es que los actores, por bien que se llevaran, no estaban por la labor, especialmente un Bill Murray que se cansaba muy fácil de todo. Y eso que los protagonistas ya no eran ellos, sino un nuevo grupo más joven que les ayudaba con el negocio. Al final, lo más parecido que tuvimos fue el videojuego de 2009, y la franquicia, más allá del reboot (fabuloso, le pese a quien le pese) de 2016, cayó en el olvido.
¿A quién vas a llamar?
Durante un tiempo, Harold Ramis insistió en hacer la secuela, aunque fuera sin Murray, introduciendo al público a Ben Stiller. De hecho, en 2010 parecía que Ivan Reitman iba a dirigirla, todos querían volver e incluso se dijo que saldría en Navidad de 2012. Ya sabemos lo que pasó: tras la muerte de Ramis, cualquier posibilidad de volver se hundió. Nadie quería hacer Cazafantasmas III y eso abría las posibilidades al futuro de la saga. Al final fue Jason Reitman el encargado de hacer un nuevo equipo mucho más joven sin perder la conexión con el corazón (o sea, el pasado) de la franquicia. Y funcionó. Claro que funcionó.
Uno de estos nuevos personajes estaba interpretado por el eterno Paul Rudd, que de un tiempo a esta parte es más conocido como Ant-Man. Y por supuesto que Marvel tuvo su correspondiente cameo, aún perteneciendo a empresas rivales: en un momento dado podemos ver al personaje de Rudd leyendo un cómic en la cocina. Más concretamente, el número 4 de Ultimate Comics: Avengers, que nada tienen en común con su personaje, pero servía a la perfección para dejar el guiñito.
Rudd volverá, ahora como protagonista, en Cazafantasmas: imperio helado, que se estrenará el 22 de marzo y, esta vez sí, tendrá de vuelta del todo al grupo original, que incluso sale en el cartel. Parece que la franquicia continúa hacia delante sin pararse. Ahora está claro a quién vas a llamar, ¿no?