En 1977, el Festival de San Sebastián acogió el estreno español de Star Wars. Y vaya estreno fue ese: un exitazo absoluto que meses después se repetiría en la cartelera. Y, mientras, en TVE, el presentador anunciaba a las estrellas de la película: "Esta es la máscara de Chí Vaca, un mono humanoide, la máscara de Lord Darth Vader, la máscara de Ci Zri Pi Ou... Este es el que a partir de ahora será conocido en España como Arturito. Su nombre original es El Do Ci Ou". Por suerte, en 2024 todos reconocemos sin problemas a R2D2.
El droide traidor de clase
El nombre del robot puede parecer épico y místico, pero realmente tiene que ver con la época de American Graffiti, donde el encargado de sonido repetía constantemente la misma frase: "Cinta 2, Pista de diálogo 2". O sea, "Reel 2, Dialog track 2". R2D2. George Lucas estaba echándose la siesta cuando de repente se despertó con el grito en cuestión y decidió que ya tenía nombre para su droide favorito.
Y menudo droide. Aunque puede parecer inofensivo, lo cierto es que R2D2 tiene una mala leche que tener muy en cuenta. Para prueba, esta escena de La venganza de los sith en la que, de fondo, utiliza un empujón para cargarse a uno de los droides enemigos. Traidor de clase, sí, pero si él quisiera podría haber acabado con todo el Imperio a base de pitidos y empujones. Como muestra este vídeo, desde luego, ese droide no ha sido el único en sufrir su ira.
En los años 80, R2D2 y C3PO eran tan queridos que incluso protagonizaron su propia serie, Droids, que actualmente está fuera de continuidad y que servía como precuela de Una nueva esperanza, repleta de personajes a los que jamás volveríamos a ver el pelo como Mon Julpa, Tig Fromm o Kea Moll. Antes de que alguien unificara el Universo Extendido, era un guirigay bastante importante, la verdad.