Sir Nicholas ‘Nicky’ Winton fue un joven corredor de bolsa británico que salvó a vida de cientos de niños, víctimas de los nazis, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, junto con la ayuda de su madre. Un acto sin reconocimiento, prácticamente olvidado a lo largo de cinco décadas, y que tortura cada a día al propio Nicholas Winton, que creía que podría haber salvado a muchos más.
En realidad, el apellido de Nicholas no era Winton, sino Wertheim. Fue hijo de judíos alemanes que emigraron a Londres y que cambiaron su apellido con el objetivo de integrarse. Su vida estuvo marcada profundamente por una visita que hizo en Praga a unos campos de refugiados, donde las personas, muchos de ellos niños hebreos, malvivían en condiciones deplorables.
Fue en ese momento cuando Winton decidió instalar una oficina improvisada en el hotel de Praga donde se alojaba: allí dedicó su tiempo en elaborar un plan para sacar del país a tantos niños judíos como le fuera posible.
Ahora, su tremenda historia llega al cine, con el recuerdo de otra figura histórica que también salvó a numerosos judíos de acabar en un campo de concentración, Oskar Schindler. El título de la película es, muy apropiadamente, Los niños de Winton, y está protagonizada por sir Anthony Hopkins, en el papel de Winton anciano, Johnny Flynn (El sastre de la mafia), encarnando al propio Winton de Joven y Helena Bonham Carter en el papel de la madre del protagonista y otra figura esencial a la hora de salvar la vida de los niños.
El director de la película, James Hawes, (El alienista, Black Mirror), asegura que haber contado con sir Anthony Hopkins para interpretar a Nicholas Winton ha sido todo un honor: “Contar con Tony, alguien que es todo un símbolo, fue un auténtico lujo. Es un hombre de gran corazón y siente mucha pasión y entusiasmo por lo que hace”. Para su compañero de reparto era muy importante que ambos “estuvieran en sintonía”, sobre todo a la hora de darle credibilidad a la historia.
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Hopkins se ha enfrentado a un auténtico reto al dar vida a un hombre tan complejo como Nicholas Winton: “Le atormenta la conciencia, si pudo hacer más, se obsesionó. Y no buscaba el reconocimiento”. Y reconoce la labor de su partenaire: “Johnny Flynn es un actor formidable. Es difícil hacer del doble de otra persona.”.
Tanto Hopkins como la mujer que interpreta a su madre, Helena Bonham Carter, saben que tienen entre manos una de esas historias que pueden conmover profundamente al espectador. “Espero que deje huella en la gente”, afirma Hopkins; “La historia no puede dejar de conmoverte”, continúa Bonham Carter.
Los niños de Winton, que la crítica ha calificado como “La película de Hopkins” (London Evening Standard) se estrena en nuestros cines el próximo 22 de marzo. Así que ya saben preparen su montón de pañuelos de papel y prepárense para un drama histórico de los que, al parecer, dejan huella.
