Los Oscar celebran este año su edición número 96. Casi 100 años de historia en los que ha ocurrido de todo, hostias incluidas. También ha habido muchas, muchas polémicas entre los premios. Los académicos no siempre están de acuerdo con el público cuando eligen sus ganadoras -la prueba está en que pocas nominadas han sido exitazos también en taquilla-, pero el tiempo suele darles la razón y el público termina viendo esas cintas como joyas de culto.
Pero no siempre es así. Crash, dirigida por Paul Haggis y estrenada en 2005, tiene el dudoso honor de ser "la peor ganadora a Mejor película" según muchos críticos. Y no decimos que sea una mala película. La cinta tiene muy buenas actuaciones y un guion bien hilado, pero posiblemente no merecía la estatuilla ese año. La que tenía que haber ganado ese año era Brokeback Mountain, un excelente largometraje que ha tenido mayor impacto en años posteriores y que hoy puedes ver en televisión. La emiten a la 22.00h en Be Mad.
Un Oscar que debió de ser para 'Brokeback Mountain'
Crash competía en la misma categoría contra Munich, Capote, Buenas noches y buena suerte y Brokeback Mountain. Todas ellas cintas muy recordadas y reputadas, pero con una clara favorita: la película de Ang Lee con Heath Ledger y Jake Gyllenhaal como protagonistas. A día de hoy, que este precioso drama no se llevara la estatuilla sigue escociendo.
Para empezar, Brokeback Mountain tenía más nominaciones. Estaba presente en ocho, en lugar de las seis de Crash. Esto ya dice que tenía más reconocimiento que su competidora. Pero, además de eso, está el impacto que ha dejado en la sociedad y casi podemos decir que el de la historia de Ang Lee es mayor. Mientras las dos tratan temas tabú para muchos -racismo, homosexualidad, intolerancia...- la película de los vaqueros gays ha tenido que batallar mucho más para hacerse oír.
Nadie quería que esta película ganara el Oscar y el tiempo ha demostrado que fue un errorBrokeback Mountain provocó que varios sectores conservadores se levantaran contra ella. Grupos de la Iglesia católica, fundamentalistas cristianos y medios como Fox o USA Today alimentaron la controversia. También sufrió censura en un cine de Salt Lake City y en toda China, donde la homosexualidad es algo de lo que no se habla. De manera más sorprendente, fue censurada en la cadena italiana Rai Due en 2008. La empresa eliminó las escenas más explícitamente gays, pero dejó otras violentas -heterosexuales, claro-.
Vamos, que la cinta dejó claro que era muy importante mostrar romances gays para acabar con la intolerancia. Y, aunque esto no debería ser por si solo un factor para convertirla en ganadora, sí debería tenerse en cuenta que la apuesta de Lee fue mucho más valiente. El cine no solo es entretenimiento, también remueve conciencias y el romance de Ennis y Jack agitó mucho, de ahí que pueda considerarse una película importante para el séptimo arte.
Paramount Pictures
'Crash' ganó por la homofobia
Como comentamos, la crítica está bastante en desacuerdo con que Crash resultara ganadora en aquella edición, pero sí la apoya como un trabajo bien construido, fácil de ver y un guion inteligente, al igual que la intachable actuación de los actores. Pero hay quien cree que Haggis se pasa al mostrar una visión del mundo demasiado agresiva y poco agradable, que termina por disminuir su autenticidad.
Entonces, ¿por qué ganó Crash? Parece que la victoria del elenco en los Screen Actors Guild Awards inclinó la balanza a su favor para los premios de la Academia. Al mismo tiempo, varios actores y miembros de la Academia como Ernest Borgnine y Tony Curtis se posicionaron en contra de Brokeback diciendo que John Wayne despreciaría a estos vaqueros homosexuales -cuánto hemos avanzado desde entonces-. Y así Crash se hizo con la victoria.
Personalmente, creo que Brokeback Mountain ha envejecido mejor y, con el paso de los años, ha adquirido ese toque de clásico atemporal que solo tienen un puñado de películas. Hoy hablamos de ella como una gran película y seguramente seguirá siendo igual dentro de 10 años. Ang Lee consiguió construir un relato valiente para la época que, sin embargo, seguirá cobrando fuerza en el futuro.
