No todo el mundo confiaba en el éxito de Dune tanto como Denis Villeneuve. El director, que fue pidiendo a diestro y siniestro una trilogía, no pudo rodar las películas una tras otra, como hubiera querido, y en su lugar tuvo que esperar al éxito de la primera para filmar la segunda. Tras la recaudación (y el beneplácito de la crítica) de la secuela, nadie en la industria duda de que Dune: Mesías será una realidad absoluta. Por suerte, porque nadie querría perderse la épica conclusión.
Muad'dib
Dune se estrenó en plena pandemia, cuando Warner decidió que los estrenos de cine lo harían, al mismo tiempo, en HBO Max. Y, de hecho, Villeneuve temió por el bienestar de su saga creyendo que la gente no iría al cine a ver a Timothée Chalamet y unos gusanos de arena en una adaptación que hasta ahora se consideraba "imposible de rodar" (algo que ya demostró David Lynch en su día, como seguro que recordáis).
Ojo: ¡En este párrafo hay spoilers! Sin embargo, VIlleneuve ha dotado a Dune de un cariño al detalle envidiable que permea en cada fotograma. Por ejemplo, el momento en el que Paul bebe el Agua de la Vida y ve un camino para seguir, nosotros vemos, durante una milésima de segundo, el momento en el que consigue, por fin, apuñalar a Feyd-Rautha durante el clímax de la cinta.
Villeneuve lleva desde 2023 haciendo el guion de Dune: Mesías, que terminará la trilogía, dejando después la saga terminada o en manos de Warner para que haga secuelas y spin-offs por su cuenta (ya en preparación para HBO Max, por cierto). El autor ha afirmado que la película llegará cuando tenga que llegar, y que no quiere comprometer la calidad por la rapidez. Vamos, que toca esperar antes de volver a ver al Lisan Al Gaib.