Los hermanos Von Erich estaban llamados a triunfar sobre el ring. Así, al menos, lo imaginaba el padre de la familia, Fritz Von Erich, un luchador profesional retirado que estaba empeñado en que sus hijos cumplieran sus sueños. Este es el germen de una de las dinastías más famosas del wrestling, la cual pasó a ser un mito porque su carrera se vio truncada de la manera más trágica posible. Su historia queda contada en El clan de hierro, cinta dirigida por Sean Durkin (Martha Marcy May Marlene) que llega a las salas de cine este viernes 15 de marzo.
Cuando empecé a revisitar la idea como director, creo que estaba centrado en lo épica que era la historia, su misticismo. Era como una tragedia griega, pero en Texas. Quería ir detrás de esa cortina y mirar en la vida más privada y emocional de los luchadores, que es algo que no he visto
Durkin conocía al dedillo quiénes eran los Von Erich. Él fue un niño que creció con la lucha libre y, desde la pequeña pantalla de su televisor, veía fascinado a este clan imparable. "Nunca había visto nada como esto. Empecé a obsesionarme con este deporte y descubrí a estos tipos que me encantaron. Me sentía conectado a ellos. Me encantaba su camaradería como hermanos, no había nadie como ellos", asegura en una entrevista con SensaCine.
La cinta comienza cuando Kevin Von Erich, el mayor de los hermanos, está en sus primeros pasos como estrella en este deporte. Pronto se hace evidente que no tiene el carisma de su hermano David, por lo que el padre, obsesionado con que sean los mejores de la lucha libre, decide empujar la carrera del siguiente Von Erich, relegando a un segundo plano a Kevin. Entre los hermanos surge una camadería que les hace únicos en el mundo del wrestling, especialmente cuando Kerry, uno de los miembros que faltaba, se une a ellos.
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Para dar vida a esta peculiar familia, el director ha fichado a un trío de ases: Zac Efron como Kevin, Jeremy Allen White en el papel de Kerry y Harris Dickinson dando vida a David. A priori, no son los actores que contratarías para dar vida a deportistas de este nivel, pero Durkin y su equipo les han convertido en verdaderos luchadores. "Siempre ha sido interesante para mí no tomar la ruta más obvia. Escogí a los tres actores principales porque me encantaban como actores. Reconocí en ellos un núcleo y quería trabajar con ellos", cuenta el realizador.
"No es modo de vivir": la estricta dieta que ha seguido Jeremy Allen White para aparecer radicalmente cambiado en su nueva películaTras meses de entrenamiento, Efron, White y Dickinson estaban tan preparados para luchar en el ring que apenas recurrieron a dobles. El mérito está en Chavo Guerrero, el luchador profesional que estuvo mano a mano con los actores para dotar de autenticidad a la película.
Grabamos, básicamente, combates completos. En su gran mayoría, ellos hicieron todas las escenas, aunque algunas son de coordinadores. Filmábamos de principio a fin. Cuando usábamos dobles era porque lo habían hecho tantas veces que necesitaban descansar. Creo que, sin lugar a dudas, podrían hacer lucha libre
"No me sorprendieron ni Zac Efron ni Jeremy Allen White. Los dos son grandes bailarines. Tienen un pasado en la danza. La coreografía y todas esas cosas son una parte importante de la lucha libre. Zac es, claramente, un tipo atlético, así que no me sorprendió con la lucha libre, pero la profundidad emocional... La gran sorpresa para mí es lo mucho que podía llorar. Toma tras toma, él sacaba lágrimas y lágrimas. Fue muy bonito", añade.
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A pesar de que el deporte es un protagonista más en el filme, al director le interesaba principalmente la parte más emocional. "Empecé a escribir este proyecto en 2015. A investigarlo todo en periódicos, artículos, entrevistas, documentales... Poder tener una visión completa para construir los hechos de la familia. Es una historia increíble y, durante los siguientes 7 años, intenté averiguar cómo encontrar el núcleo de la historia, qué quitar para no incluirlo todo. Tomé decisiones difíciles sobre lo que no incluir, sobre todo sobre los eventos trágicos o sobre personas. Tenía que centrarme en la historia principal, que al final va sobre Kevin y cómo sobrevivió", señala.
Habiendo sido un fiel fan de la lucha libre, Durkin tenía un trasfondo que le ha ayudado a enfocar el largometraje, pero también sabía que debía tener cuidado para no establecer un vínculo demasiado emocional con los luchadores que existieron en la vida real. Una de sus primeras decisiones fue mantener al margen a los Von Erich. "Preferí mantener cierta distancia. Sabía que sería un proceso de escritura difícil y no quería tener lazos emocionales. Eso habría hecho que tomar decisiones fuera aún más difícil", cuenta.
Una vez que tuvo el guion asegurado y la producción en marcha, contactó con Kevin. Lo que recibió fue un apoyo absoluto. "Nos llevamos muy bien, conocí a sus hijos -Ross y Marshall tienen una aparición en la película-. Pasamos mucho tiempo juntos. Él nos ha apoyado mucho y ha estado en un par de encuentros de promoción de la película. Toda la familia nos ha apoyado", asegura.
El clan de hierro se estrena en cines españoles el 15 de marzo.
