Cuando la guionista de ascendencia griega Nia Vardalos comenzó a trabajar en la que se acabaría convirtiendo en una de las comedias más exitosas de los 2000 ni siquiera lo hizo pensando en una película. Mi gran boda griega nació como un monólogo de humor basado en la propia familia de la actriz y guionista, un clan griego afincado en Canadá, y en cómo había sido su experiencia de casarse con un hombre estadounidense.
Aquel monólogo duraba 45 minutos y Vardalos lo presentó en distintos lugares de Estados Unidos y Canadá, pero también en Europa, llegando a ser bastante popular. El boca-oreja, sobre todo a través de las iglesias ortodoxas, hizo su papel y el espectáculo acabó siendo disfrutado por gente de la industria cinematográfica, lo que acabó derivando en su posible salto a la gran pantalla. Vardalos empezó a trabajar en un guion del monólogo para una posible película al tiempo que se reunía con diversas productoras, pero ninguna de ellas terminaba de confiar en el proyecto.
Afortunadamente, Vardalos tenía claro lo que quería y se resistió a aceptar las modificaciones que le proponían. Algunas de ellas pasaban por cambiar la trama, otras por sustituirla como protagonista e incluso llegaron a proponerle cambiar el origen de la familia titular y que, en vez de griega, fuera hispana. La guionista dijo a todo que no.
Sin embargo, su sueño de ver Mi gran boda griega siendo una película de Hollywood no terminó ahí. Tom Hanks y su esposa Rita Wilson habían sido uno de los tantos que habían ido a ver su espectáculo y habían quedado fascinados, así que el dos veces ganador del Oscar, desde su productora Playtone, le propusieron justo lo que ella buscaba. Menos de dos años después, la producción de la película ya estaba en marcha, con Nia Vardalos como protagonista y un ajustado presupuesto de 5 millones de dólares.
Con Joel Zwick como director y el guion de Nia Vardalos, el rodaje de la película se llevó a cabo en 2001 y fue estrenada en el año 2002. Además de Vardalos, la comedia estaba protagonizada por John Corbett, en la piel de la pareja de la protagonista, Lainie Kazan y Michael Constantine, entre otros.
Mi gran boda griega nos presentaba a la familia Portokalos, una familia griega que regenta un restaurante en Chicago y en la que todo el mundo está preocupado por Toula (Vardalos) porque a sus treinta años, aún no se ha casado y ni siquiera tiene novio. Un día Toula conoce a un chico por el que se siente atraída rápudamente: se llama Ian Miller (Corbett) y que posee todas las cualidades que busca en una pareja, salvo porque no es de ascendencia griega. Entre los dos jóvenes no tarda en surgir el amor, pero si Toula quiere ser feliz va a tener que conseguir que su familia acepte a su futuro marido, a pesar de las diferencias culturales y los prejuicios.
Veinte años más tarde sabemos que Mi gran boda griega fue un auténtico éxito en taquilla, pero en su día fue una sorpresa. Sobre todo porque no fue inmediato. Tal y como había ocurrido con el monólogo, la popularidad de la película surgió del boca-oreja y logró mantenerse 20 semanas en taquilla, de las cuales 17 estuvo en el Top 10 de lo más visto. Finalmente, su inversión de 5 millones de dólares se tradujo en una recaudación de 368 millones y el inicio de una franquicia. Su primera secuela, Mi gran boda griega 2 se hizo esperar más de una década, y se estrenó en 2016 con mucho menor éxito, mientras que Mi gran boda griega 3 estrenada en 2023 fue objeto de muy malas críticas.
No obstante, aunque nunca más volvieron a replicar el éxito, Mi gran boda griega sigue siendo una de las comedias más populares de los 2000, Vardalos fue nominada al Oscar a Mejor guion original y hoy por hoy se considera una de las películas más rentables de la historia de Hollywood.