Cuando Steven Spielberg afirmó que no había muchas posibilidades de que volviera a la saga Parque Jurásico, muchos dieron por hecho que esta se había terminado. Lo que nadie imaginaba era que Joe Johnston, amigo personal del director, ya había acordado dirigir la segunda secuela. Y eso que, en este caso, no solo se quedaba al margen el mítico director: también Michael Crichton, que originalmente iba a escribir la historia y el guion, al final decidió quedarse al margen. Vamos, que la película terminó saliendo de pura casualidad.
Huevos dinosáuricos
Originalmente Spielberg quería hacer una historia basada en Alan Grant, que se había quedado a vivir en una de las islas repletas de dinosaurios (algo que, después de las dos primeras partes, no tiene mucho sentido), y poco a poco los guiones fueron llegando y siendo rechazados, bien por su excesiva complejidad o bien por todo lo contrario. De hecho, Johnston calificó uno de estos guiones como "un mal episodio de Friends". Uf.
Tampoco es que Johnston pueda sacar pecho diciendo que hizo un trabajo intocable: de hecho, hay un gazapo que podéis ver perfectamente si pausáis la imagen en el minuto 1:19:55. Cuando Sam Neill abre la bolsa con los huevos de velocirraptor en su interior, primero vemos que la separación entre ambos está perfecta e inmaculada... y en el siguiente plano, que está destrozada. Y eso no es culpa del guion, ¿eh?
La película fue un éxito, sí, pero mucho menos que las dos anteriores (aún ahora es la que menos ha recaudado de la franquicia) y convenció a los productores de dejar descansar a la saga durante un tiempo. Lo que nadie imaginaba es que Parque jurásico 4, que se acabaría convirtiendo en Jurassic World, aún tardara 14 años en llegar. Algo me dice que no volveremos a ver jamás tanto tiempo entre película y película jurásica...