Los Weasley eran demasiado orgullosos como para aceptar el dinero de Harry. Sí, sé que os lo habéis preguntado años, como todos: ¿Por qué si Harry es millonario no ayuda a la familia paupérrima de su mejor amigo? Bueno, en realidad si lo hace: en cuanto Fred y George le piden ayuda para iniciar su negocio, su amigo les da todo el dinero que quieren. La única condición que los hermanos le piden es que jamás lo sepa su madre: es demasiado orgullosa como para aceptarlo. Así que sí, puede que Harry Potter sea un poquito tacaño, pero, en el fondo, hay un motivo para ello.
Harry Potter y el reloj
Harry Potter y la cámara secreta se empezó a rodar tan solo tres días después del estreno de la primera, casi sin tiempo para digerir el éxito. Daniel Radcliffe y compañía no iban a volver a ser nunca tan jóvenes, después de todo. La película no solo fue un éxito, sino que nos dio momentos magníficos como Harry y Ron tratando de coger el Hogwarts Express en coche volador gracias al interés del padre de los Weasley en las cosas muggles.
Eso explica, quizá, por qué en el reloj con el que la señora Weasley controlaba el lugar donde estaban sus hijos estuviera el dentista: como magos no lo necesitan, pero la atracción por muggle es irresistible. Por cierto, en dicho reloj aparece también la cárcel como posible lugar en el que puedan estar. A eso se le llama tener poca confianza en tus hijos... o conocerles demasiado bien.
Una cosa curiosa de este reloj es que Fred y George comparten la misma manecilla: los padres saben perfectamente que no irían a ningún lado el uno sin el otro... lo que nos plantea muchas preguntas a partir de la última película. Ups.