Con una recaudación de 960 millones de dólares y más de seis meses proyectándose en las salas de cine está claro que han sido muchos espectadores los que han disfrutado de Oppenheimer, la excelente película que le ha valido a Christopher Nolan su primer Oscar y que ha sido la flamante triunfadora de la 96 edición de los premios de la Academia de Hollywood. Ahora, exactamente ocho meses después de su debut en las salas de cine, el largometraje puede disfrutarse en 'streaming', como parte del catálogo de la plataforma SkyShowtime.
Sin embargo, mucho antes de que su película más exitosa llegase a las salas de cine, Nolan tuvo la oportunidad de enseñársela a alguien muy especial para él. Y es que el primer espectador de Oppenheimer, sin contar a los responsables del estudio, no fue otro que el mismísimo Steven Spielberg. Una anécdota que el propio director, lleno de orgullo, se encargó de compartir con el mundo.
Según contó Christopher Nolan en declaraciones a Associated Press el pasado mes de febrero, el visionado de Spielberg se produjo de formal casual: el veterano director había llamado a Nolan para hablar de algo que no tenía nada que ver con Oppenheimer -pero que nos encantaría saber de que se trata- y, justo al mismo tiempo, le habían llegado las copias de 70 mm de la película. Una oportunidad servida en bandeja.
"Cuando obtuve por primera vez la copia de 70 mm se la mostré a Steven Spielberg", contó Nolan en una conversación conjunta con el director de Dune Denis Villeneuve.
Me había llamado por otra cosa y yo también acababa de recibir el ejemplar y no se lo había mostrado a nadie. Quiero decir, el estudio lo había visto. Pero se lo proyectamos para él. Me senté detrás de él y lo vi ver la película. Fue una experiencia extraordinaria
"Dijo cosas muy bonitas"
¿Y qué pensó Steven Spielberg de Oppenheimer? "Dijo algunas cosas muy bonitas, pero lo mejor fue verlo mirar", declara el cineasta, que parece querer reservarse este momento especial.
"Me dijo que le había encantado absolutamente", apuntó Villeneuve.
"Se suponía que ni siquiera debía verla con él, pero ¿ver al gran maestro viéndola? Era algo irresistible", sentenció Nolan.
Otro momento inolvidable para Nolan, quien con Oppenheimer ha podido vivir uno de los momentos más mágicos de su carrera como cineasta.