Lo fácil, cuando alguien te pide una recomendación cinematográfica, es responder con una de estas opciones: El Padrino, Matrix, 2001: Odisea en el espacio y Uno de los nuestros. Lo siento, pero no encuentro ningún mérito -ni respeto por tu interlocutor- en soltar por la boca uno de estos títulos.
Estudiemos más a fondo la situación: cuando ocurre esto, hay una persona poniéndose a tu disposición para usar lo más valioso que tiene -su tiempo- en ver un filme. Por eso, cuando pregunto a alguien sobre la película que debería ver, espero que se devane un poco los sesos y me diga algo inesperado. Todas las anteriores ya nos las sabemos.
Con este pensamiento, cuando soy yo a la que preguntan, respondo con alguna joya escondida poco conocida. Una de mis favoritas es Beginners (Principiantes), una película de Oscar que no muchos recuerdan y que cuenta con Ewan McGregor como protagonista. Christopher Plummer y Mélanie Laurent completan el reparto principal.
Beginners (Principiantes) es una película pequeña y sencilla que mezcla comedia, drama y romance. Estrenada en el año 2010, Mike Mills se colocó detrás de las cámaras y escribió el guion de este filme inspirado en su relación con su padre, quien le confesó que era gay a los 75, solo cinco años antes de morir.
UNA HISTORIA DOLOROSAMENTE REALISTA Y BELLA
La historia sigue a Oliver Fields (McGregor), un diseñador gráfico de Los Ángeles de 38 años que conoce a una chica llamada Anna (Laurent) en una fiesta de disfraces. A medida que su relación se torna en romance, el protagonista recuerda a su padre fallecido Hal (Plummer) cuando era joven y, sobre todo, a partir del momento en el que le dijo que era gay, poco antes de que le diagnosticaran con cáncer.
Mientras Oliver supera el duelo junto a Arthur, el Jack Russell Terrier heredado de su progenitor, y va conociendo a Anna, su vida se va intercalando con 'flashbacks' de su padre viviendo una suerte de segunda juventud.
La película de Mills -disponible para alquiler en Apple TV- se presentó en el Festival de Cine de Toronto y recibió buenas críticas. El más destacado fue Plummer, quien terminó ganando su primer Oscar a Mejor actor de reparto por su papel de Hal.
Beginners (Principiantes) tiene todo lo que se le puede pedir a una película: una historia bien contada, unos personajes bien desarrollados, unas buenas actuaciones y algunos elementos creativos y originales que la diferencian del resto de filmes del mismo género.
Beginners (Principiantes) es dolorosamente realista e intimista y en su sencillez radica toda su belleza. Para mí, juega en la misma liga que Vidas pasadas de Céline Song.
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