Si hay algo que adora Tarantino es hablar en profundidad y analizar con todo lujo de detalles las obras cinematográficas que le han influenciado a lo largo del cine o que, sencillamente, ha disfrutado -y también sufrido- como el cinéfilo empedernido que es. Y poco le importa al director de Pulp Fiction, Malditos bastardos o Érase una vez... en Hollywood si la película se trata de un clásico absoluto del Séptimo Arte o una producción de serie Z que apenas han visto un puñado de personas en todo el mundo.
Tarantino no tiene pelos en la lengua a la hora de expresar sus opiniones y no tiene ningún pudor ni para dejar clara su gran pasión por Campo de batalla: la Tierra, una de las peores películas de todos los tiempos, ni para descolgar de sus pedestales a algunas de las más importantes figuras del cine, como Stanley Kubrick, cuyas películas ya ha criticado en alguna ocasión por su frialdad y carencia de humanismo.
El genuino cineasta profesa amor por el western Río Bravo, su cinta bélica favorita es Corazones de hierro de Brian de Palma, considera que Guerreros de antaño es la mayor obra neozelandesa y cree que Audition es una de las películas más impactantes jamás realizadas. Sin embargo, no tiene grandes elogios para el cine de Alfred Hitchcock, uno de los cineastas más influyentes de la historia y cuyas obras -como La ventana indiscreta, Psicosis o Los pájaros- han dejado una huella imborrable en el cine.
"¿Con la muerte en los talones? Una película mediocre"
Quentin Tarantino no piensa lo mismo. En un artículo publicado por el sitio Far Out, se recogen algunas de las lindezas que Quentin Tarantino ha dedicado a Hitchcock, quien claramente no está entre sus cineastas favoritos. Según confiesa, disfruta más de la influencia del cine de Hitchcock en otros directores que de las películas del propio Hitchock:
"Siempre sentí que los acólitos de Hitchcock llevaron sus ideas cinematográficas y argumentales más allá. Me encantan las películas de Hitchcock de Brian De Palma. Me encantan las meditaciones de Hitchcock de Richard Franklin y Curtis Hanson. Los prefiero al Hitchcock real", aseguraba haciendo una reflexión sobre la evolución del cine del cineasta.
Los años 50 lo detuvieron, Hitchcock no pudo hacer lo que él, abandonado a sus propios recursos, hubiera querido hacer. Cuando pudo hacerlo, a finales de los 60 y principios de los 70, ya era un poco mayor
Quentin Tarantino se está refiriendo implícitamente al famoso Código Hays, un conocido reglamento que estuvo vigente desde 1934 hasta 1968 y que determinaba lo que podía y no podía verse en pantalla. Durante aquel periodo, Hitchcock eludió regular y hábilmente las normas, pero su creatividad se vio lógicamente afectada y restringida.
Como resultado, el director no habla muy bien de las obras del maestro del 'thriller' por mucho que se hayan convertido en clásicos: "La gente descubre Con la muerte en los talones y piensa que es maravillosa, cuando es una película mediocre".
No soy el mayor fan de Hitchcock y, de hecho, no me gustan 'Vértigo' ni sus películas de los años 50; tienen el hedor de los años 50, que es similar al hedor de los 80
Pero la cosa no se queda en los años 50, ya que Tarantino también tiene alguna que otra flecha que lanzarle a Frenesí, estrenada en 1972: "Puede que Frenesí de Hitchcock sea una porquería, pero dudo que Alfred se aburriera haciéndola”, comentó analizando su creencia de que Brian De Palma había regresado al thriller sin tener muchas ganas.