Hay muchas cosas que nos acercan a las estrellas de Hollywood, a todos aquellos que disfrutamos de las comodidades del primer mundo, claro. Yo por ejemplo sé que tengo ya dos cosas en común con Michael Fassbender: la primera es que a ambos nos gusta bastante Ibiza, él de hecho se casó allí con su esposa, la actriz Alicia Vikander, ganadora del Oscar en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por su papel en La Chica Danesa; y la segunda es que los dos hemos volado con la compañía portuguesa TAPAir.
Y si te preguntas que a dónde te va a llevar toda esta introducción, tranquila, que empiezo a desvelarte la historia, pero hay que crear un poquito de "hype", ¿no? El caso es que hace unos años, antes de residir en Lisboa, ciudad en la que la pareja se estableció en 2020, el protagonista de títulos como X Men: Primera Generación, 12 años de esclavitud o Steve Jobs, decidió hacer una escapada en solitario al País Vasco.
En concreto fue en el mes de mayo de 2018. La única compañía que llevaba el actor entonces era su equipaje y el casco de su moto, nada de extrañar teniendo en cuenta que le flipan los deportes relacionados con el motor y que de hecho llegó en 2011 al Festival de San Sebastián a lomos de su BMW R1200 GS. Si es que por algo es una de esas personas que tiene ese je ne sais quois, que sé yo.
El caso es que no fue un viaje demasiado tranquilo para el intérprete, ya que perdió, o le robaron, su pasaporte alemán (nació en la preciosa ciudad de Heidelberg aunque se crio en Irlanda), que entregaron en el buzón de la Comisión de Ayuda al Refugiado de Euskadi, CEAR Euskadi.
El vuelo del actor llegó al aeropuerto de Loiu, en Bilbao, y por supuesto hubo bastante revuelo en torno a la figura de Fassbender, que seguro que pasaría el vuelo desde Lisboa recibiendo miradas de reojo más o menos disimuladas pretendiendo confirmar si de verdad ese pasajero era él o simplemente un mero espejismo. Al parecer, según recogió El Diario Vasco en su momento, la estrella declinó de forma muy amable hacerse fotos con aquellos que lo demandaron, nada que sea de extrañar teniendo en cuenta los herméticos que tanto él como su esposa son sobre su vida privada. De hecho, la pasada primavera flipamos cuando los vimos posar juntos en la alfombra roja del Festival de Cannes.
Eso sí, a pesar de que no posó ante las cámaras de varios móviles agolpados, sí que charló con algunos de los pasajeros que hicieron el mismo trayecto que él. Uno le preguntó que si estaba de vacaciones y le recomendó que hiciera una visita a Mundaka y él confirmó que conocía la zona costera bastante bien y de hecho la definió como "su región favorita".