A finales de 2022 una película de terror comenzó a correr como la pólvora por redes sociales. Smile, dirigida por Parker Finn, se estrenó en septiembre como una cinta más del género, pero el boca a boca hizo efecto y pronto se convirtió en uno de los grandes estrenos del año. No solo arrasó en redes sociales, también recaudó 213 millones de dólares en taquilla.
Ahora está disponible para ver en Netflix. Dos horas de entretenimiento terrorífico que son una genial opción para una buena sesión de cine.
La Dra. Rose Cotter trabaja en un pabellón psiquiátrico, donde conoce a la estudiante Laura Weaver. Ésta le explica que hace poco presenció el suicidio de su profesor y que desde entonces le persigue una entidad invisible. Laura comienza a gritar y, justo cuando parece que se ha tranquilizado, sonríe de forma inquietante y se corta el cuello. Rose comienza a ver esa extraña mueca en varias personas.
El miedo sobrecoge a Rose, quien tendrá que indagar en su propio pasado con tal de sobrevivir y encontrar respuesta a lo que le pasa.
Paramount Pictures
Smile se basa en el cortometraje Laura Hasn't Slept, lanzado en 2020, también del director Parker Finn. Éste es su debut en el largometraje y, como ocurre muchas veces -especialmente en este género-, le ha salido una obra muy fresca y atractiva. Tras mostrarse por primera vez en el Fantastic Fest, la cinta no paró de recibir comentarios positivos.
"El joven cineasta desarrolló el concepto de las risas inquietantes para transmitir terror con un gesto que suele ser agradable, creando imágenes bastante impactantes que se volvieron virales y contribuyeron a que la película fuese un fenómeno", escribió Pedro Gallego, redactor de SensaCine, en su recomendación de la cinta. Está acorde con la opinión general del filme. "Imágenes profundamente espeluznantes y una destacada Sosie Bacon elevan aún más la inquietante exploración del trauma de Smile", recoge Rotten Tomatoes.
Smile recaudó en todo el mundo 217 millones de dólares. Superó las expectativas desde el primer fin de semana, cuando se hizo con 8,2 millones en su primer día. En total, se llevó 22,6 millones en sus primeros días en cartelera y se convirtió en el mayor debut del mes. Una prueba más de que la clave de su éxito radicó en el boca a boca es que su recaudación bajó muy poco de una semana a otra, apenas un 18%, lo que resultó en la caída más pequeña jamás registrada por detrás de Déjame salir (2017).
