Había ganas de que se estrenara en cines una película como Sangre en los labios, sinceramente. Una historia de las que parece que ya no se hacen, ultraviolenta, adulta, con un guion original y que no teme estrenarse en los EE. UU. con calificación R, es decir, que los menores de 17 años no pueden entrar a no ser que vayan acompañados.
Nuevo cine negro protagonizado y hecho por mujeres
Y es que Sangre en los labios es, sí, como su título dice, sangre, pero también es sudor, pólvora, músculos y explosiones. Es una película, como dice la crítica (que, por cierto, no ha dejado de alabarla allá donde se ha estrenado), que comienza como una de los Coen y a medida que avanza es tomada por el frenesí de un Nicolas Winding Refn (Drive). Sin embargo, aquí es una mujer la que dirige la función, Rose Glass, artífice de una película de culto, la terrorífica Saint Maud.
La crítica también ha dicho de ella que es “una película dispuesta a probarlo todo para dejar al espectador boquiabierto, y convencida de que no tiene nada que perder” (Diario El Periódico); “un viaje alucinante por los caminos más oscuros de América que no deja indiferente a nadie” (The Hollywood Reporter); “una película que comienza ardiendo y acaba con un ardiente resplandor de gloria” (Rolling Stone)... En definitiva: una salvaje extravagancia que lo tiene todo: chicas, pistolas, sangre, sexo, músculos y coches que explotan”.
Una salvaje historia de amor lésbico y ultraviolencia
A tenor de lo leído hasta ahora, el lector podría pensar que se trata de otro neo-noir más, lleno de testosterona, protagonizada por machos alfa y en el que las mujeres son un accesorio estético al servicio de los deseos lúbricos del personal heterosexual. Nada más lejos de la realidad, y esto es algo que le viene a la cartelera como agua de mayo.
Sangre en los labios es una película que cuenta la frenética historia de amor lésbico entre los personajes de Jackie, una chica que quiere triunfar en el despiadado mundo del culturismo, y Lou, la gerente de un gimnasio local de un pueblo de Nuevo México. El encuentro entre Jackie y Lou se produce cuando la primera decide embarcarse en un viaje a Las Vegas para participar en una competición.
Entre ellas pronto saltan chispas y comienza una apasionada y violenta relación que acabará salpicando el negocio del padre de Lou, un traficante de armas. Su relación provocará que ambas se vean inmersas en una espiral de violencia autodestructiva digna del mejor cine negro contemporáneo.
A24, el sello de calidad del cine contemporáneo
El reparto de Sangre en los labios también es sumamente atractivo. La pareja protagonista la forman la siempre magnética Kristen Stewart, que da vida a Lou, y Katy O’Brian, que ha participado en series como The Mandalorian y películas como Ant-Man y la Avispa: Quantumanía. Además, otros actores que participan en la cinta son el siempre efectivo Ed Harris (El show de Truman), Dave Franco (The Disaster Artist) y Jena Malone (Donnie Darko).
Sangre en los labios llega a los cines con otro sello de calidad, el que otorga la aparición de A24 cada vez que comienza una película. A24, compañía norteamericana de producción y distribución, ha ido granjeándose una filmografía imbatible y envidiable: producciones suyas son, por ejemplo, Todo a la vez en todas partes, Moonlight, El faro, Eighth Grade; y ha distribuido algunas de las mejores películas de los últimos tiempos, como Hereditary, Minari, The Florida Project, Lady Bird y un largo etcétera.
Sangre en los labios se estrena exclusivamente en cines el próximo 12 de abril, avalada por la distribución de Avalon y Filmin, lo que es sinónimo de calidad. Sin duda, se trata de uno de los estrenos más importantes llegados desde Hollywood, una película que ofrece algo que pocas en la actualidad pueden ofrecer: un sólido espectáculo para el público adulto ávido de buen cine.