No muchas películas consiguen una triple corona tan ansiada como la de convertirse en una película de consenso. Una que gusta a la crítica, que triunfa en taquilla porque convence al público y que además triunfa en premios como los Oscars. Hay dramas que consiguen ser esa clase de fenómenos, pero más difícil es que lo consiga una comedia.
Pero ese fue el caso de Un pez llamado Wanda, la desternillante película de Charles Crichton con un sensacional reparto compuesto por Kevin Kline, Jamie Lee Curtis, Michael Palin y John Cleese. Este último se encargó también del guion de una icónica comedia que hoy se va a poder ver en televisión a través de Be Mad a partir de las 22:37.
Cuatro atracadores llevan a cabo con éxito un gran golpe en la joyería Hatton Gardens de Londres. Ellos son: George Thomason, el jefe de la banda y único miembro que sabe dónde están escondidas las joyas; Wanda Gershwitz, una atractiva mujer experta en grandes robos; Otto West, un psicópata algo torpe admirador de Nietzsche y Ken Pile, un tartamudo activista de los derechos de los animales al que le encantan los peces exóticos. A ellos se les une Archibald ‘Archi’ Leach, un prestigioso abogado que se enamora de Wanda.
"Todos somos monstruos": Jamie Lee Curtis cree que no existe un único Michael MyersWanda y Otto quieren los diamantes robados para tenerlos ellos mismos y, además, quieren informar a la policía acerca de George, sin saber que éste ya ha movido los diamantes a un lugar secreto. Wanda cree que la mejor manera de averiguar el lugar es acercándose a Archie, el abogado de George, con la única intención de hacerse con el botín.
Antes de arrasar con los Monthy Python, Cleese estuvo tanteando hacer una película con Crichton en el año 1969, pero nada fructificó de esa alianza. Sin embargo, se prometieron mutuamente reunirse de vez en cuando para llevar a cabo la colaboración, y fue casi quince años después cuando fueron dando forma a la idea de esta película de atracos absurda y delirante con la que morirse de risa.
'Un pez llamado Wanda': para morirse de risa
En algunos casos fue casi literal. Una persona danesa falleció en el cine viendo la película, sufriendo un ataque cardíaco que podría haber sido motivado por los constantes ataques de risa que le daba la película. Cleese llegó a tantear usar el caso de reclamo para demostrar que se podía morir uno de risa, pero lo dejó correr.
1,98 dólares para crear a uno de los más míticos personajes del cine de terror: costó dos duros, pero inició una franquicia de 13 películasAl contrario que la película en sí, hecha con muchísimo gusto y con un reparto fantástico que lleva bien sus personajes al límite. Un arsenal de risas variadas, desde los diálogos a lo puramente físico, que se convirtió en una de las películas más taquilleras de 1988. La película acabó teniendo tres nominaciones a los Oscars, incluyendo mejor dirección y mejor guion, y Kline ganó en la categoría de secundario. Un buen broche a un recorrido increíble.
Puedes ver Un pez llamado Wanda en Be Mad a partir de las 22:37,
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