¿Ver películas en el teléfono? A día de hoy es nuestra realidad y un gesto de lo más cotidiano. Sin embargo, en junio de 2001 era algo de ciencia ficción, salvo para Jean-Claude Van Damme. "Vamos a distribuir las películas por teléfono, esta será la primera vez que lo hagamos", aseguró el actor bajo miradas incrédulas y burlonas.
Un reportaje de INA Arditube rescató unas declaraciones del actor que dieron mucho que hablar en el programa Tout Le Monde En Parle, de Thierry Ardisson y Laurent Baffie, el 16 de junio de 2001. El belga se adelantó al modelo actual de Netflix y apostó muy pronto por un mundo que, por entonces, solo generaba dudas.
"Voy a tratar de entrar en el mundo de los medios en Internet. Vamos a anunciar una película en Internet [...] y luego lo lanzaremos en las antenas", comenzó diciendo.
Podremos llegar a 250 millones de espectadores. Eso es algo bueno para una película de calidad con 1,99 dólares. De esa manera, personas de todo el mundo, personas que no tienen dinero, presionarán un botón, no tendrán que esperar 40 horas para descargarlo [...] No puedes esperar al satélite, gasta demasiado dinero, cuesta millones de dólares. Así que encontraremos un sistema gracias a Internet
Van Damme está hablando del negocio del 'streaming' que ha revolucionado por completo la industria audiovisual. Hace 20 años era impensable tener una plataforma con la que acceder a centenares de títulos recién estrenados y hacerlo, además, por una suscripción única. Pensó más allá que muchos estudios y se dio cuenta de lo que necesitaban los espectadores. Cuando dijo esto en Tout Le Monde En Parle nadie le tomó en serio. Ninguna de las personas que estaban escuchándole en el plató imaginó que décadas después nuestro entretenimiento estaría basado en el modelo de la que hablaba Van Damme.
Netflix nació en 1997 ofreciendo un servicio de alquiler de DVD a través del correo postal tradicional, pero no fue hasta 2007 cuando inició su servicio de vídeo bajo demanda en Estados Unidos. Unos años después, en 2011, salió de Estados Unidos y Canadá y poco después ya dominaba el mundo.