No siempre se tiene suerte en el salto a gran estrella de acción, a pesar de que Hollywood te cree preparado para ello. A Channing Tatum le costó encontrar su sitio, brillando en Infiltrados en clase con su mezcla de acción con comedia tras sufrir la desagradable experiencia de G.I. Joe. Entre medias lideró una película que debería haber sido su propia franquicia.
Estrenada en el año 2013, Asalto al poder fue un explosivo espectáculo que Tatum lideró junto a Jamie Foxx, con el experto en blockbusters destructivos Roland Emmerich como director. La película, que se pudo ver anoche en La 1 de Televisión Española como La película de la semana, se centraba en una amenaza terrorista contra la Casa Blanca.
El personaje de Tatum es un agente federal que tiene que rescatar a su hija y también al presidente de los Estados Unidos, interpretado por Foxx. La película no tuvo las mejores críticas, pero tuvo una cálida acogida por el público, recaudando unos 205 millones de dólares en taquilla. No son malos números, que darían hasta para aprobar una secuela. El problema es que su desorbitado presupuesto de 150 millones hizo la empresa poco lucrativa.
Derrotados por la competencia
Tatum no sólo se quedó sin su gran franquicia de acción, sino que además tuvo que comprobar como otra estrella tenía la suya con la misma idea. Objetivo: La Casa Blanca, estrenada unos meses antes, tenía a Gerard Butler como agente del servicio secreto que tiene que salvar al presidente durante un ataque terrorista al edificio más importante del gobierno.
Rechazó el papel siete veces y rogó que le mataran en la secuela: Este actor odió participar en una de las peores sagas de acción pero le obligaronLas críticas fueron más o menos similares (ambas alrededor del 50% de aprobación en Rotten Tomatoes), y la recaudación de la película de Butler fue menos, con 170 millones totales. Pero su coste fue significativamente menor, 70 millones, así que su estudio tuvo menos complejo para producir otras dos películas lideradas por Butler, con una cuarta en camino. Consiguió triunfar allí donde Tatum se quedó a medias.
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