Daniel Craig no fue recibido con los brazos abiertos precisamente cuando fichó por la saga James Bond. Muchas críticas dijeron que "no era lo suficientemente Bond" y no aceptaron que fuera rubio. Hay que poner líneas rojas. El tiempo puso a los fans en su lugar y quedó probado que Craig sabía lo que estaba haciendo. De hecho, Casino Royale (2006) y Skyfall (2012) son dos de las películas más valoradas de la franquicia, seguidas muy de cerca de Sin tiempo para morir (2021).
Pero hay un bache en su camino llamado Spectre (2015). La cuarta película de Craig como Bond y la segunda de Sam Mendes como director es, con sus más de 245 millones de dólares -se estima que costó entre 245 y 300-, la segunda más cara de la franquicia -la primera es la reciente Sin tiempo para morir- y, al mismo tiempo, una de las que peor nota tiene: un 63% de la crítica y un 61% del público.
Había mucha expectación por ver qué volvía a hacer Mendes después de haber revitalizado la saga con Skyfall, pero lo que se estrenó fue una decepción para la mayoría del 'fandom'. No fue un desastre, pero, aunque algunos señalaron que era una película "inventiva, inteligente y compleja", muchos aseguraron que estaba "considerablemente por debajo de la grandeza".Parte de la prensa señaló que era una de las entregas menos inspiradas de la franquicia y parecía haber agotado la fórmula. Alyssa Rosenberg, de The Washington Post, escribió directamente que es una película "decepcionalmente convencional".
Y los fans, que suelen subir la nota y apoyar cada entrega de su héroe en traje, curiosamente están de acuerdo con la crítica. "Una película aburrida, predecible, ridícula y alejada del alma del que fue uno de los mejores James Bond", escribe un usuario de Rotten Tomatoes. Entre los fallos de Mendes están el haber desperdiciado a Dave Bautista, quien podría haber hecho un papel mucho mejor como villano, y -spoiler- un Blofeld interpretado por Christoph Waltz que no termina de convencer.
Por lo menos a nivel económico fue un auténtico éxito y alcanzó los 880 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la segunda película más taquillera de la saga, solo por detrás de Skyfall. Eso sí, Sam Mendes no volvió a la franquicia y nadie espera que lo haga próximamente. Poco después del estreno de Spectre, aseguró que la productora le había tentado con una oferta generosa, pero sentía que no sabía hacia donde ir después de haber terminado la cinta. Prefirió centrarse en otros proyectos y parece haber encontrado entretenimiento a largo plazo: cuatro películas centradas en cada uno de los miembros de Los Beatles. Por el momento, verán la luz en 2027.