Ahora es uno de los actores más solicitados, pero Ryan Gosling, como todos los actores y actrices que han tenido que abrirse su propio camino en Hollywood, tuvo que vivir decepciones varias y momentos que se le quedaron grabados a fuego, pero que, afortunadamente, ahora son solo parte de su pasado. El actor, que en la pasada edición de los Premios Oscar estuvo nominado como Mejor actor secundario por su papel de Ken en Barbie pero no se llevó el galardón, está ahora en los cines con su nueva película, El especialista, que está siendo objeto de muy buenas críticas.
Curiosamente, una de las anécdotas más tristes de Ryan Gosling acabó siendo parte del guion de una de sus mejores películas, La ciudad de las estrellas. La La Land, cuando el director Damien Chazelle le pidió a sus estrellas que se nutriesen de sus propias experiencias personales para dar vida a sus personajes, dos artistas abriéndose camino en sus respectivas industrias.
La anécdota que desmontó a Chazelle ocurrió hace varios años, pero Gosling nunca llegó a especificar para qué proyecto. Según contó el actor en declaraciones a Vanity Fair en 2016, año en que se estrenó La La Land, se metió tanto en el papel que quería conseguir durante una audición que no pudo evitar ponerse a llorar. La escena que estaba interpretando en la prueba era muy emotiva, así que Gosling no puedo reprimir las lágrimas. Sin embargo, la persona que se encontró delante resultó ser un témpano de hielo.
El recuerdo del actor es que, lejos de conmoverse observando al actor tan apasionado por el trabajo, se puso a hablar por teléfono en el momento en que le entro una llamada, en mitad de la prueba de Gosling.
Tras conocer la anécdota, Chazelle la incorporó al personaje de Stone, Mia, cuando la joven hace una prueba para un papel. "Está hecho maravillosamente por Emma", elogiaba Gosling a su compañera expresando que no le había sido traumático verlo de esa manera. "Ha sido maravillosamente catártico verlo ahí".
"Hubiera sido tonto si no me hubiera aprovechado de sus aportes", aseguró Chazelle sobre la decisión de pedir a los actores que compartiesen con él sus experiencias. Emma, por su parte, también tuvo algunas bastante duras: "Me miraban y volvían a mirar el periódico y no volvían a mirarme a mí", recordaba. "Recuerdo sentirme muy insignificante. Casi preferiría que me gritaran".