Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson se convirtieron de la noche a la mañana en los actores favoritos de una generación. Dieron vida al trío principal de la saga Harry Potter y, aunque los fans disfrutaban con cada entrega de Harry, Ron y Hermione, las cosas no eran tan divertidas para uno de ellos.
Watson, al igual que sus compañeros de reparto, fichó por Harry Potter cuando era muy joven. Su debut fue en La Piedra Filosofal, estrenada en 2001, y al unirse al proyecto no firmó por todas las entregas -igual que Radcliffe y Grint-. Cuando los tres estaban rodando La Orden del Fénix tuvieron que firmar un nuevo contrato para terminar la saga.
Watson fue la última en firmar. La actriz estaba indecisa y a punto de dejar la franquicia. Como recogió EW en 2012, la intérprete tenía 16 años y la decisión le estaba poniendo nerviosa. "No lo sé", explicó. "Daniel y Rupert parecen tan seguros. Me encanta hacer reír a la gente y me encanta ser creativa, pero hay otras tantas cosas que me encanta hacer. Me han dado tantas oportunidades increíbles con esto, pero... No lo sé y sigo pensando que debería saberlo".
En marzo de 2007 tomó la decisión definitiva: se quedaba. No obstante, lo que le esperaba al final del camino era el peor rodaje de su carrera. A los 19 años, Watson había sido aceptada en la universidad de Brown, pero primero tenía que rodar Las Reliquias de la Muerte: Parte 1 y Las Reliquias de la Muerte: Parte 2.
Algunas escenas requerían que Watson y sus compañeros terminaran en el agua y en escenarios de climas fríos. Así habló la actriz con el medio antes citado mientras estaba empapada y sentada junto a un calentador:
Odio sonar llorica, pero es horrible. Este ha sido, definitivamente, el periodo de rodaje más intenso y agotador que he hecho
El rodaje de las dos entregas que pusieron el broche de oro a la historia del joven mago fue muy extenso. Las dos películas se grabaron de forma continua desde el 19 de febrero de 2009 al 12 de junio de 2010 con David Yates detrás de las cámaras. En agosto de 2010, Watson ya había podido experimentar lo que era ser una alumna de Brown.
"Es genial", contó en EW sobre su primer año como universitaria. "Tengo una estructura tan marcada cuando trabajo en Potter. Me dicen a qué hora me recogen. Me dicen a qué hora puedo comer, cuando tengo tiempo de ir al baño. Cada segundo de mi día no está en mi poder. Estar en la universidad, siento placer por las pequeñas cosas. En plan: 'Me voy a despertar a las diez si quiero'. O: 'Me voy a comer un sándwich ahora'. ¡Es tan liberador! Estoy sonriendo y mis amigos me preguntan: 'Emma, ¿qué pasa?'. Y yo digo: 'No lo sé. Estoy... Feliz".
VOLVER A ACTUAR PERO SIN PRISAS
Pese a estar en la universidad, Watson siguió trabajando como actriz. En 2012 estrenó Las ventajas de ser un marginado, en 2013 The Bling Ring y en 214 Noé. En 2023, la intérprete reconoció que no ha fichado por ningún papel nuevo desde Mujercitas porque se sentía "enjaulada".
"No estaba muy contenta, para ser honesta. Me sentía enjaulada. Lo más difícil era salir ahí fuera y vender algo de lo que no tengo mucho control. Ponerme delante de una película y que todos los periodistas me puedan preguntar: '¿Cómo se alinea esto con tu punto de vista?'. Era muy difícil ser la cara y la portavoz de cosas en cuyo proceso no me había involucrado", afirmó en el Financial Times.
Esto, como ha dejado claro, no significa que no vayamos a volver a verla delante de las cámaras. Watson está esperando a que llegue el proyecto correcto. "Me encanta lo que hago. Es encontrar una forma de hacerlo con la que no me fracturo en diferentes caras y personas. Y no quiero cambiar a modo robot nunca más. ¿Tiene eso sentido?", concluyó.
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