Hasta el fin del mundo llegó a Vicky Krieps como caída del cielo. "Lo que voy a contarte ahora es un poco loco", avisa. La intérprete estaba en pleno desierto de Estados Unidos rodando The Wall cuando supo qué quería hacer después. "Estaba pensando que la próxima película debería ser un wéstern", recuerda en SensaCine. La misma semana, Viggo Mortensen quería hablar con ella sobre su próximo proyecto: un wéstern. "Era obvio que iba a decir que sí", añade.
Krieps da vida a Vivienne Le Coudy en Hasta el fin del mundo, una mujer canadiense francesa del lejano oeste que se embarca en una relación con el inmigrante danés Holger Olsen. A este último lo interpreta Mortensen, quien también escribe, dirige y compone la música de este filme, su segundo largometraje como director tras Falling (2020). Mortensen se inspiró en su madre Grace Gamble Atkinson -a quien está dedicada la película, que llega a las carteleras el 10 de mayo- para crear esta historia.
"La primera imagen que me vino fue la de una niña, que vemos en la película, la pequeña Vivienne, jugando, soñando en un bosque", explica el actor. "Es la imagen que tengo, según lo que sé, de mi madre como niña". Mortensen, por entonces, no sabía que lo que estaba a punto de construir era un wéstern. Fueron dos aspectos los que le llevaron a decantarse por el género: el espíritu aventurero de la protagonista y la sociedad dominada por hombres de la década de 1860. "Eso le pone un desafío mayor a ella como mujer libre, como mujer independiente y terca", recalca.
Marcel Zyskind
A diferencia del wéstern clásico, Hasta el fin del mundo sigue en todo momento a la mujer. "No estaba intentando reinventar el género y fuimos lo más fieles posibles a la forma visualmente de ser un wéstern clásico", indica Mortensen. Para el director, la mezcla de una protagonista femenina y las formas de este género habitualmente tan masculino generaban un contraste interesante:
Es muy inusual [en los wéstern] que nos quedemos con ella cuando su pareja masculina se va a la guerra. Normalmente seguimos con él y casi nos olvidamos de ella, y cuando vuelve o se ha muerto ella o se ha ido con otro o está muy feliz de verle. No pensamos: 'Y ella, ¿qué?' Nos preguntamos, vamos a contar eso
"No es solo un wéstern feminista. En realidad, no lo es. Es un wéstern humano porque los otros wéstern siguen al hombre y dejan de lado a la mujer, pero la mujer siempre fue parte del wéstern, pero no la ves", explica Krieps. "La cámara se mueve hacia la protagonista femenina y la sigue, pero no porque es superfuerte, tenga superpoderes o va a disparar a todos los hombres, simplemente porque sí, porque es igual de interesante que el hombre. Creo que eso es lo más bonito y humano de la película".
MORTENSEN Y KRIEPS: EL COMPOSITOR Y LA PUNKI
Marcel Zyskind
Vivienne Le Coudy es el ejemplo perfecto de personaje que viene a la mente cuando piensa en Krieps y su carrera, con títulos como El hilo invisible (2018) y La emperatriz rebelde (2022). "Me lo dicen mucho", reacciona la actriz. "La gente dice que elijo a mujeres independientes independientes y fuertes. Me pregunto si eso es verdad".
Como continúa:
Creo que elijo de forma muy intuitiva e intento ser honesta y real con el punto de vista de todas las mujeres y es ahí donde se vuelven independientes y fuertes. Creo que todas las mujeres son ya independientes y fuertes, pero no estamos acostumbradas a acercarnos a ellas de esa manera
Si con Krieps se alinearon los astros para protagonizar Hasta el fin del mundo, la actriz no podía ser más perfecta para el papel de Vivienne a ojos de Mortensen. "Hay pocas actrices y actores que tienen esa presencia, que transmiten tanto en los silencios, que nos regalan actuaciones tan complejas", explica. Krieps, además, se crio no muy lejos de donde había estado Juana de Arco, un personaje que funciona de metáfora y ensoñación en el filme. Más coincidencias, como apunta el director: "Su primera prueba para ser actriz fue un monólogo de Juana de Arco, así que la tenía como ídolo en su infancia".
Cuando Krieps habla sobre la relación con Mortensen a la hora de rodar, la actriz dice de él que es "como un compositor" y de ella que es "una punki que no sabe tocar la guitarra". "Somos un poco similares", explica sobre su trabajo con el actor y cineasta. "Era muy orgánico y fácil trabajar juntos y, a veces, era como en la película: me resistía un poco a seguir solo una dirección", referencia sobre la relación entre sus personajes. "Para mí, en el trabajo, encuentras la cualidad artística más alta cuando permites la fricción", añade. "Me encanta eso", afirma Mortensen. "Ella se desafía como todo buen artista y, al desafiarse, desafía a los demás y eso me parece sano".
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Un ejemplo de la forma de trabajar de Krieps es la improvisación. "Me encanta improvisar, creo que solo improviso. Incluso si no improviso, siento que lo hago", indica.
Como añade:
Puede que le hiciera improvisar [a Viggo] más de lo que pensaba o de lo que tenía previsto, pero era un baile muy bonito
Hasta el fin del mundo es un trabajo tremendamente personal de Mortensen: está inspirado y dedicado a su madre, escribe el guion, dirige, coprotagoniza y compone la música. "Lo he hecho para mostrarlo, para comunicar algo, entonces lo hago feliz porque me gusta el resultado y la colaboración", responde Mortensen a cómo se enfrenta a dejar que el público vea su película ahora que llega a los cines. "Claro que no me gusta si alguien dice: '¡No me gusta nada! ¡No hay nada en esta película que me guste!'. Trato de evitar leer sobre eso, pero yo me fío de los públicos".
El actor ya ha tenido un aperitivo de lo que puede ocurrir cuando Hasta el fin del mundo aterrice en carteleras, pues la ha presentado en España y otros países. Antes de eso, formó parte del Festival de Cine Internacional de Toronto (TIFF). "He escuchado a miles y miles de personas: mujeres, hombres, jóvenes, mayores, todo tipo de culturas y razas quedarse, con las salas llenas, hasta el final y tener preguntas", concluye. "Quieren hablar de la película y eso ya para mí era un éxito".
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