Durante las primerísimas etapas de Marvel Studios, confiar en los directores era una prioridad para poder hacer las películas exitosas, dado que todavía no tenían una fórmula que les sirviese para fabricar éxitos continuos. Kevin Feige tenía hasta su lista de cineastas con los que quería trabajar, con alguno bastante cerca de conseguirlo.
Edgar Wright no era sólo un objeto de deseo, sino que había confianza en que podía hacer una de las mejores películas de Marvel. Al ser abordado para el proyecto del Universo Cinematográfico, el director inglés escogió a Ant-Man, uno de los Vengadores clásicos con posibilidades de incorporarse al plantel para la gran película que los reuniese a todos. Aunque él estaba interesado en rizar el rizo, escribiendo una historia que juntase a los dos personajes que han llevado el disfraz del hombre hormiga.
Sin embargo, ni el personaje ni la película llegaron a tiempo para la película de Los Vengadores. Wright estaba terminando otros proyectos como Scott Pilgrim contra el mundo mientras se ponía con el guion, pero no encontraba el momento para entrar en el proceso de producción. Y cuando se acercaba el momento, surgió un problema inesperado: el productor de toda la vida de Wright enfermó de cáncer, y este pidió permiso para hacer antes Bienvenidos al fin del mundo, que estaba pensada para homenajear a su colaborador y amigo.
Una separación incomprensible
El director pudo cumplir su deseo, pero para cuando volvió a ponerse al volante del proyecto Ant-Man se dio cuenta de que la maquinaria de Marvel ya era muy distinta. Durante la pre-producción no paraban de recibir notas y sugerencias para modificar el guion, y reclamaban algunos guiños a futuros proyectos del estudio. Algo que no entusiasmaba a Wright, tal y como se relata en el libro MCU - The Reign of Marvel Studios, pero trataba de llegar a terreno intermedio.
Hasta que hubo un momento donde dijo basta. Marvel quería acelerar la producción de un proyecto que se estaba retrasando demasiado, y había una fecha de estreno que cumplir. El estudio encargó a un guionista de la casa que escribiese una versión que cumpliese con todas las exigencias. Wright, al enterarse de esta decisión y ver el resultado, quedó espantado, viendo que habían cambiado significativamente diálogos y detalles de la historia, y se habían metido con calzador guiños a otros personajes del UCM.
"Sería como preguntarme si quiero ver a mi ex teniendo sexo": Este director estuvo ocho años trabajando en ‘Ant-Man’, pero abandonó el proyecto y no va a ver nunca la película de MarvelFue la gota que colmó el vaso, ya que el director vio esta versión del guion como una traición. Wright y Marvel separaron sus caminos, alegando públicamente diferencias creativas, pero nadie lo comprendía. Ni aficionados, ni dentro de la casa. Joss Whedon, por entonces una de las fuerzas creativas en el desarrollo del UCM, se quedó perplejo: “No sólo era el mejor guion que había tenido Marvel jamás, era el guion más Marvel que había leído. No tenía interés en Ant-Man, pero tras leerlo pensé ‘¡Pues claro! ¡Esto es buenísimo!’”.
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