No es habitual que un actor se haga daño en un set de rodaje y la toma sea tan buena que se quede para la posteridad, pero pasa. Por ejemplo, Tom Cruise en Misión Imposible: Fallout, donde cayó mal al saltar y siguió cojeando, o Leonardo DiCaprio en Django desencadenado rompiendo un vaso con la mano y haciendo que esta sangrase. Y claro, a la hora de editar, los montadores no pueden resistirse a dejar pasar esta brizna de realidad en un mundo tan preestablecido como es el de Hollywood.
El señor de los dañillos
El gran ejemplo siempre suele ser el de Viggo Mortensen, que, como todos sabemos, interpretó a Aragorn en El señor de los anillos. Y con el trabajo, vinieron las lesiones. No solo estuvo a punto de ahogarse rodando Las dos torres, sino que también se rompió un diente en medio de una lucha: Mortensen lo escupió y siguió rodando como si tal cosa. Un auténtico héroe de la Tierra Media.
Aunque, sin duda, su momento más conocido y que ha dado lugar a memes de todo tipo es aquel en el que golpea un casco tras una batalla y, en la lejanía del plano, uno puede distinguir su cara de absoluto dolor. Efectivamente, se rompió el dedo del pie. Y ahora puede recordarlo todas las veces que quiera, porque acabó en el montaje final.
No fue el único herido de El señor de los anillos: Orlando Bloom se rompió una costilla bajando de un caballo, Sean Astin se rebanó el pie, el doble de luces de John Rhys-Davies se dislocó la rodilla y Dominic Monaghan acabó con una astilla diminuta en el pie durante el rodaje de La comunidad del anillo. Al final Sauron no tenía que hacer nada para que se matasen solos.