El nombre de la rosa es una de las mejores y más queridas adaptaciones de todos los tiempos. El filme, dirigido por Jean-Jacques Annaud, llevó a la gran pantalla la novela homónima de Umberto Eco. La película se estrenó en 1986 y su reparto está liderado por Sean Connery y Christian Slater. El 'thriller', además, contó en su elenco con Ron Perlman y F. Murray Abraham. Precisamente sobre este último, el cineasta no guarda un buen recuerdo
El nombre de la rosa es una historia de detectives ambientada en un monasterio. La película se aleja de los temas políticos y teológicos de la novela de Eco y se centra en la búsqueda del asesino detrás de las muertes ocurridas en una abadía del norte de Italia durante la Baja Edad Media. Connery da vida a Guillermo de Baskerville y Slater al novicio Adso de Melk. Abraham, por su parte, es Bernardo Gui, un inquisidor y segundo antagonista de la historia.
"Todo el mundo me advirtió de que Sean Connery era imposible y alguien con un carácter extremadamente difícil. Fue un sueño y me llevé fantásticamente con él", recordó Annaud durante el Festival de Cine de Lyon en 2023. "Mi único mal recuerdo de un actor durante toda mi carrera y he dirigido, creo, a miles de actores, fue F. Murray Abraham, que da vida al inquisidor".
"El director, menudo payaso": Fue una de las películas más taquilleras de 2004 pero sus protagonistas no guardan un buen recuerdo y no lo escondieronComo recordó el director:
Fue terrible, no tanto conmigo, pero más con Sean. Decía: 'Tengo un Oscar y él es un viejo idiota'. Los dos llegaban tarde porque Sean no quería esperar a F. Murray y F. Murray no quería esperar a Sean… Era como el patio de recreo de un colegio
Abraham había ganado el Oscar en 1985 por Amadeus, filme en el que dio vida al compositor Antonio Salieri. Annaud reveló que Connery odió tanto a Abraham que organizó una petición pidiendo su expulsión del SAG, el sindicato de actores.
Constantin Film Verleih
El director, por su parte, decidió plantar cara a la arrogancia del intérprete cuando ocurrió algo que fue la gota que colmó el vaso: el último día de su calendario de rodaje llegó tarde porque se fue de compras.
"Le llamamos para recordarle sus obligaciones contractuales, pero se negó a venir. Se suponía que tenía que estar allí a las 7 de la mañana y apareció a mediodía", contó el director. "Me buscó y dije: 'No hay problema, hemos movido tu último día de grabación al final del rodaje. La gente que hay ahí son abogados y alguaciles. Has roto tu contrato. Vas a quedarte aquí y a pagar tus costes de tu propio bolsillo'. Me miró y dijo: 'Touché'. Se quedó, pagándose todo y rodamos su última escena el último día".
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