El novelista de renombre mundial Stephen King ya nos tiene muy acostumbrados a sus recomendaciones de sus series y películas a través de sus redes sociales. Recientemente, de hecho, podíamos leer sus elogios a la película española La mesita del comedor que acaba de llegar a Filmin o atestiguar su pasión por la elogiada serie de Netflix Mi reno de peluche, ayudando a ambas, como cada vez que opina de algo, a hacer crecer su popularidad. Sin duda, el autor de terror y fantasía que nos ha regalado algunas de las mejores obras del género es un auténtico apasionado del audiovisual, pero también es un crítico de cine de lo más exigente que no siempre guarda piropos para lo que ve.
Sin ir más lejos, el famoso escritor de 76 años no tuvo ningún problema a la hora de poner de vuelta y media una de las películas más queridas de Quentin Tarantino, Kill Bill Volumen 1 (2003). Una opinión en la que se refirió al aplaudido largometraje como una película "aburrida" de la que todo el mundo se acabaría olvidando con el paso del tiempo y que quedaría inmortalizada en una columna de Entertainment Weekly en 2007:
"En el transcurso de una sola semana, vi una película que definitivamente importaba (tal vez la mejor película que he visto en los últimos 30 años) y otra que no; una que era, de hecho, bastante aburrida", escribía King. "Kill Bill es una película aburrida. Probablemente hayas visto algunas buenas críticas sobre ella, posiblemente incluso en esta revista".
Debes recordar que los críticos de cine ven las películas gratis. Además, no tienen que pagarle a la niñera ni pagar 10 dólares por el parking. Por lo tanto, tienden a entusiasmarse con cosas narcisistas como 'Kill Bill'
King no dudaba en ensalzar el talento y buen hacer de Uma Thurman, a quien le reconocía que "se esfuerza mucho y es lo mejor de la película", pero no hacía muchas más concesiones. Según el autor, "la violencia está coreografiada como una rutina de natación de Esther Williams", en referencia a la campeona estadounidense de 100 metros estilo libre en 1939 que actuó en películas musicales haciendo números de ballet acuático, y "la letanía de chistes internos de la película es tediosa".
Asimismo, al autor de Misery, It y un largo etcétera de novelas para el recuerdo que fueron objeto de grandes adaptaciones, le molestaba que la película no tuviera final. Como recordarás, el filme de 2003 tuvo una continuación al año siguiente, Kill Bill Volumen 2, de nuevo protagonizada por Thurman. "Ni siquiera hay un final con el que puedas quitarte el sombrero; Simplemente nos dicen que estemos atentos para más. [...] Ciertamente está bien hecha y la historia despierta algo de nuestro interés a medida que avanza, pero lo aburrido sigue siendo aburrido. Todo lo que estoy haciendo aquí es tratar de enfocar los sentimientos de vaga insatisfacción que puedes experimentar al dejar esta película, la sensación de que viniste a entretenerte y a cambio te encontraste calentándote las manos en la hoguera de las vanidades de Quentin Tarantino", sentenció.
"Kill Bill no es una mala película; es simplemente tibia. Dentro de diez años, será difícil recordar de qué se trataba o quién estaba en ella", sentenciaba King para despedir su crítica.
En lo que se refiere a esta última frase, como mínimo, está claro que se equivocaba. Veinte años después de Kill Bill, la película es una de las grandes obras de Tarantino y, para muchos espectadores, también la mejor.