Estrenada en cines en mayo de 2004, hace ahora justo dos décadas, Troya, una lejana adaptación de La Ilíada de Homero filmada por el veterano cineasta Wolfgang Petersen, fue objeto de una gran atención. La película se trataba de un épico péplum que llegaba tan solo cuatro años después del gran éxito de Gladiator de Ridley Scott, pero además estaba protagonizada por Brad Pitt y Orlando Bloom, este último en pleno auge tras su papel de Légolas en la trilogía El señor de los anillos de Peter Jackson.
Los príncipes de Troya, Héctor (Eric Bana) y Paris (Bloom), son invitados a una fiesta por el rey Menelao (Brendan Gleeson) y, una vez allí, Paris se enamora perdidamente de la esposa de este, Helena (Diane Kruger). La atracción es mutua y, ante la oferta del príncipe troyano para que abandonara el reino y se fuera con él, Helena accede a dejarlo todo por amor. Despechado, Menelao jura venganza a Paris e inicia la búsqueda de su mujer para recuperarla a ella y a su honor. Aunque ningún ejército había conseguido antes franquear los muros de Troya, la presencia de Aquiles (Brad Pitt) entre sus guerreros juega a su favor.
Magnífico espectáculo de Wolfgang Petersen, director de La historia interminable y La tormenta perfecta, para ver en pantalla grande, la épica Troya, presentada fuera de competición en el Festival de Cannes, no obtuvo el mismo reconocimiento a nivel de crítica que Gladiator, pero fue un autentico éxito en taquilla con casi 500 millones de dólares de recaudación.
Con un ritmo frenético, rodeada de magníficos decorados y secuencias espectaculares, Troya no hizo historia, pero tampoco ha caído en el olvido. Sin embargo, sí un poco para sus protagonistas, que no la recuerdan con especial cariño. Para su papel en Troya, Brad Pitt tuvo que someterse a un duro entrenamiento para adquirir las técnicas de combate de la época. Seis meses de preparación física fueron necesarios para que el actor ganara peso y se volviera tan ágil y rápido como su personaje.
Brad Pitt: "Fue una gran decepción"
Sin embargo, el éxito de la película dejó un sabor amargo al actor, tal y como contaría en una entrevista para New York Times. En ese momento, Brad Pitt iba a trabajar en una película de los hermanos Coen pero fue cancelada y al final tuvo que aceptar la propuesta: "Tuve que hacer Troya porque, supongo que puedo decirlo ahora, había dejado caer otra película. Así que a cambio tenía que hacer algo para el estudio. Así que me pusieron en la película de Petersen. No fue una experiencia dolorosa. pero entendí que la película iba en una dirección diferente a la que yo quería ver. Yo mismo cometí errores en este proyecto y me di cuenta de que "no se parecía a lo que quería hacer. Fue un error de mi parte", se lamentó el actor.
"Fue en ese momento cuando tomé la decisión de invertir sólo en obras de calidad, a falta de un término mejor, fue una punto de inflexión decisivo en mi carrera, que me guiará hacia la siguiente década en el cine. Fue una gran decepción", admitiría. Además, durante el rodaje de una escena de pelea en Troya, Brad Pitt se lesionó el talón.
Orlando Bloom: "Acabo de borrar esa película de mi cerebro"
Por su parte, Orlando Bloom tampoco guarda buenos recuerdos. De hecho, durante una entrevista para la serie de videos "Know Their Lines" de Variety, Orlando Bloom no reconoció una de las líneas pronunciadas por su personaje en la película, Paris, y admitió que había borrado en gran medida la película de su mente.
"Dios mío, Troya. Vaya. De hecho, creo que acabo de borrar esa película de mi cerebro”, dijo entre risas. “A mucha gente le encanta esta película, pero para mí, interpretar a este personaje fue como [gestos como si le estuvieran cortando la cabeza]. ¿Puedo decir todas estas cosas? No quería hacer la película. No quería interpretar a este personaje. La película fue genial".
Continuó: "Era completamente contrario a todo lo que sentía por dentro. En un momento, estaba escrito que Paris tenía que arrastrarse por el suelo después de haber sido golpeado por alguien y tuvo que sujetar la pierna de su hermano. Pensé: 'No puedo hacer eso'. Uno de mis agentes en ese momento dijo: '¡Pero ese es el momento que lo hará todo!' Creo que por eso lo borré de mi mente, concluyó.