Alejandro G. Calvo ha dado con una de sus favoritas en la 77ª edición del Festival de Cine de Cannes. El director ha disfrutado con la pesadilla de Nicolas Cage en The Surfer, el 'western' soñado de Kevin Costner con Horizon: An American Saga y la nueva propuesta de Lanthimos en Kinds of Kindness, pero ninguna de ellas le ha hecho soltar una lágrima. La que sí le ha emocionado hasta el tuétano ha sido Andrea Arnold con su Bird, la cual señala como una posible ganadora de la Palma de Oro.
Bird cuenta la historia de Bailey (Nykiya Adams) y Hunter (Jason Buda), dos hermanos que viven junto a su padre, el joven Bug (Barry Keoghan). Los tres viven en una casa destartalada en un barrio de Kent, sin expectativas de mejorar en un futuro. El padre está más ocupado en su vida sentimental y sus problemas que en educar a sus hijos y los hermanos luchan por sobrevivir a su pubertad.
Viéndola sentía que va a ser una de las grandes películas de este año
Conocimos a Andrea Arnold en el 2003, cuando estábamos todos esperando que Nacho Vigalondo ganara el Oscar por su magnífico cortometraje 7:35 de la mañana, pero se lo arrebató Arnold. "El primer largometraje que recuerdo ver de la directora es Red Road (2006), una obra maestra absoluta", recuerda el crítico y director de SensaCine. "Después estrenó Fish Tank (2009), una adaptación de Cumbres borrascosas (2011) y, posteriormente, American Honey (2016). Lo último que vimos de ella fue la película Cow (2021), desarrollada en un matadero. "Una película de vacas", resume G. Calvo sin mucho entusiasmo.
Con su última producción, la cineasta vuelve a usar el neorrealismo que domina todas sus piezas. "Parecido al de los hermanos Dardene, pero ella suele tener más compasión con sus personajes", define G. Calvo. Para el crítico, Bird ha sido una auténtica experiencia.
De lo que más me ha gustado del festival. Una de las películas que más me ha emocionado, a un nivel profundo. Cómo una película te golpea con tanta fuerza que eres casi incapaz de aplicar mecanismos racionales para analizarla. Esta película está haciendo lo que quiere conmigo porque estoy tan dentro de ella y tan emocionado que estoy indefenso
Tratándose de una familia disfuncional de un barrio humilde de Kent, la película, de entrada, pinta a drama. Pero no lo es. Constantemente, la protagonista se va encontrando con pintadas que le dicen 'No te preocupes' y que le dan a la cinta un aura de optimismo. "Esa es la cualidad que hace que Bird entre con muchísima belleza dentro de nosotros", afirma en su crítica.
Arnold narra la realidad de Bailey y Hunter desde el neorrealismo, pero se permite introducir elementos de fantasía que trastocan por completo al espectador. Mientras Alejandro se ha dejado llevar de lleno, hay otros críticos que han salido de la película después de esto. "Hay un giro inesperado donde, a través del personaje de Bird, entra la fantasía en la película y, cuando lo hace, te vuela la cabeza. Es increíble. El filme no busca, en ningún momento, ser porno dramático donde te puedas ahogar con la historia y sufras con ella. Arnold deja respirar la película con una sencillez asombrosa", asegura G. Calvo.
¿Tenemos ya ganadora de Cannes 2024?