Es posible que te hayas encontrado en una situación donde has estado cerca de alguien famoso y quieres acercarte, pero de repente te faltan las palabras. Es una situación no corriente pero plausible, que uno cree que se pasa cuando está habituado a tratar con ellas. Pero incluso algunas estrellas de cine pueden quedarse sin habla ante compañeros de profesión.
Es un poco lo que sucedió durante el rodaje de Sin tiempo para morir, película que se pudo ver anoche en La película de la semana de La 1 de Televisión Española. El rodaje de la última película de Daniel Craig como James Bond tuvo sus clásicas anécdotas detrás de las cámaras, con el reparto comprometido para intentar hacer una despedida por todo lo alto.
Pero la presión algo pudo con uno de sus compañeros de reparto. Ese fue Rami Malek, el encargado de ser la némesis de Bond en la película. El actor tenía ganas de poder hacer al fin una cinta de la franquicia, y encima en un rol importante, pero no pudo evitar sentir los nervios de tener frente a frente a Craig caricaturizado en el personaje. “Cuando lo ves en el set, en el set de 007, y es completamente James Bond”.
Tener a Bond presente
Malek habló de la experiencia de rodaje durante una visita al programa de entrevistas The Graham Norton Show, expresando inseguridades y también despistes: “Hubo momentos en los que se me escapaban líneas y pensaba: 'Oh, esto es porque estoy mirando directamente a James Bond'. No pude controlarlo”.
La segunda película de James Bond más cara de la saga fue una decepción: costó 300 millones y es de las peor valoradasSin duda habla de cómo le sienta completamente natural a Craig el rol de Bond, y cómo le basta ponerse bien el traje para causar impresión. El shock se terminó pasando y se completó una película que, aunque no tuvo el éxito esperado, fue una despedida más que correcta para el intérprete en un rol que todavía busca nuevo rostro.
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