Si hay un tándem creativo que es sinónimo de éxito en Disney, ese es sin duda el formado por Jonh Musker y Ron Clements, directores de algunas de las películas y más emblemáticas del estudio. Los animadores se conocieron trabajando en uno de los largometrajes animados de una de las peores etapas del estudio, Tod y Toby, en 1981 y volverían a colaborar juntos como parte del equipo en Tarón y el caldero mágico (1984). Entonces no lo sabían, pero en solo unos pocos años más, acabarían insuflando a la compañía la inyección de vida que necesitaba, iniciando la etapa de mayor éxito de su historia en lo que habitualmente conocemos como el "Renacimiento de Disney".
La primera película en la que Musker y Clements están acreditados como directores y guionistas fue Basil, el ratón superdetective (1986), aunque sería su siguiente película la que supondría un antes y un después no solo en su carrera, sino en la historia de Disney. La Sirenita, la película animada de 1989 basada en la historia original de Hans Christian Andersen, se convirtió en todo un hito en el estudio, iniciando una era de éxito en la que Musker y Clements tuvieron mucho que ver.
Tras La Sirenita, llegaría Aladdin (1992), otra de las películas más emblemáticas de Disney, y solo unos años después Hércules (1997). Su siguiente película, El planeta del tesoro, que habían planeado durante años, no sería una realidad hasta el nuevo siglo, y, a pesar de ser un fracaso económico, ahora se considera de culto. De igual modo, Musker y Clements han seguido siendo parte del nuevo resurgir de Disney, a cargo de películas como Tiana y el sapo y Vaiana.
Musker, cuyo trabajo más reciente es el corto animado I'm Hip, fue uno de los asistentes hace un par de semanas a la Cumbre Internacional Animayo, celebrada en Gran Canaria entre los pasados 8 y 11 de mayo. Allí impartió una masterclass y lideró el jurado internacional de la preselección de un cortometraje para la carrera por los Oscar, pero también concedió una interesante entrevista a El País.
En su encuentro, Musker no escondió que no es especialmente partidario de las versiones de acción real de los clásicos Disney que actualmente domina parte de la estrategia de la compañía. Recordemos que su trabajo más emblemático, La Sirenita, se convirtió en una película de acción real el pasado año 2023 bajo la batuta de Rob Marshall, pocos años después de que lo hiciera Aladdin con Guy Ritchie como director:
"Las empresas siempre dicen: '¿Cómo reducimos nuestro riesgo? Les gusta esto, ¿verdad? Simplemente lo haremos de nuevo y se lo venderemos en una forma diferente'. O piensan: 'Bueno, podríamos hacerlo mejor'
"Creo que hubo una cuestión de fondo incluso con La Sirenita. No resaltaron la historia de padre e hija, y ese era, en cierto modo, el corazón de la película. Y el cangrejo: puedes mirar animales vivos en un zoológico y tienen más expresión, como pasaba en El Rey León. Esa es una de las cosas básicas de Disney: el atractivo. Eso es lo que la animación hace mejor".
Aún así, otras de sus más famosas películas están en los planes de futuros 'live action' de Disney: uno de ellos Hércules, que será dirigido también por Guy Ritchie, mientras que también ha sido anunciada una película de acción real de Vaiana, protagonizada por Dwayne Johnson como Maui también en carne y hueso.