Netflix nunca parará de darnos sorpresas. A los estrenos de producciones propias que tiene cada semana hay que añadir las actualizaciones de catálogo que, por alguna razón que no llegamos a entender, terminan arrasando entre los suscriptores. Da igual cuántos años se hayan cumplido desde su estreno, siempre hay películas que viven una segunda vida en la plataforma de 'streaming'.
Disturbia -conocida como Paranoia en algunos países- se encuentra en el catálogo de Netflix y ha conseguido entrar en el Top 10 de lo más visto en 68 países. Da igual que en realidad viese la luz en 2007, muchos espectadores han decidido darle una oportunidad a la cinta de Shia LaBeouf y ya lleva acumuladas más de 13 millones de horas vistas.
Dirigida por D.J. Caruso, a quien conocerás por la fallida Soy el número cuatro (2011) o xXx: Reactivated (2017), la cinta llegó a los cines estadounidenses el 19 de abril de 2007. Tuvo una buena acogida, ya que recaudó 118 millones frente a un presupuesto de 20. Por otra parte, las críticas se pusieron a su favor, señalando que era un 'thriller' tenso y sutil, con giros inteligentes y sostenido por buenas actuaciones.
La mejor prueba de que el trabajo de Caruso es bueno es que, casi dos décadas después, se ha convertido en un fenómeno en Netflix. El encanto sigue intacto.
Disturbia se centra en Kale, un joven que ha sido condenado a arresto domiciliario. Aburrido por no poder salir de casa, comienza a espiar a sus vecinos con unos prismáticos. Se da cuenta de que todos tienen pequeños secretos que guardar, pero la cosa cambia cuando descubre sangre en la ventana de una casa cercana. Sospecha que es un asesino en serie, pero no le puede delatar sin pruebas. Contará con la ayuda de su vecina y un amigo para constatar la veracidad de los hechos.
Spielberg, dos veces demandado por la misma película
Si eres seguidor de Alfred Hitchcock, es más que probable que la trama te haya resultado familiar. Disturbia es muy parecida a La ventana indiscreta, el clásico de 1954. De hecho, es tan similar que a Steven Spielberg -en calidad de fundador de Dreamworks-, Universal Pictures y Viacom les llegó una demanda por plagio.
Como recogió Reuters en 2008, fueron acusadas de infracción de derechos de autor e incumplimiento de contrato por hacer Disturbia sin obtener primero el permiso de los titulares de los derechos de autor, según afirma la demanda presentada por Sheldon Abend Revocable Trust. Éstos aseguraban que ambas películas eran "esencialmente la misma": ambos tratan misterios de asesinatos que comienzan con un hombre que, mientras mira desde su ventana, es testigo de un comportamiento extraño en la casa de su vecino.
Mientras Hitchcok y James Stewart compraron los derechos cinematográficos del relato Murder from a Fixed Viewpoint, escrito por Cornell Woolrich, para poder desarrollar la cinta, Spielberg y los suyos no llevaron a cabo el mismo proceso. El Tribunal de Distrito de Estados Unidos rechazó la demanda y aseguró que las cintas tenían similitudes en elementos "no protegibles" y "la apariencia total de las obras es tan distinta que ningún evaluador razonable de hechos podría encontrar que las obras son sustancialmente similares dentro del significado de la ley de derechos de autor".
Para sorpresa de Spielberg, Abend Trust volvió a la carga y presentó una nueva demanda afirmando que Universal Pictures y sus afiliados habían violado un acuerdo de licencia al distribuir y publicitar Disturbia utilizando sus similitudes con La ventana indiscreta. La demanda también indicaba que las partes tuvieron varias discusiones antes del estreno y que Universal ignoró las advertencias legales al estrenar la película.
Lamentablemente, no hemos encontrado información acerca de la resolución de esta segunda demanda. Caruso, por su parte, nunca negó que la obra de Hitchcock le influyó. "Obviamente, La ventana indiscreta fue una gran inspiración. Lo acepté en lugar de huir de ella, pero no quería que fuera una nueva versión porque sería una tontería. No se puede rehacer La ventana indiscreta". Más allá de las demandas, Disturbia sigue enganchando 17 años después.