En 1998 se estrenaron en los cines dos excelentes películas sobre la Segunda Guerra Mundial, de la mano de dos directores también excelentes: Por un lado, Steven Spielberg lanzó la mítica Salvar al Soldado Ryan, protagonizada por Tom Hanks; mientras que, por otro, Terrence Malick regresó al cine con La delgada línea roja tras 20 años alejado de la gran pantalla.
Aunque ambas estaban ambientadas en el conflicto europeo, sus historias eran muy diferentes. Terrence Malick ambientó su relato en 1942, para contar la Batalla de Guadalcanal a través de los ojos de un grupo de soldados estadounidenses y cambiando el foco de manera constante; mientras que la apuesta de Spielberg se contextualizaba en 1944, tras el famoso desembarco en Normandía, con la búsqueda de un soldado, James Ryan, que ha resultado el único superviviente de cuatro hermano y que ha desaparecido.
Estrenadas con aproximadamente tres meses de diferencia, las dos películas fueron objeto de grandes elogios por parte de la crítica y no rivalizaron directamente entre ellas en taquilla, pero era imposible que no fuesen comparadas: Salvar al soldado Ryan se convirtió en la segunda película más exitosa del año en el mundo con una recaudación de alrededor de 482 millones de dólares, mientras que La delgada línea roja se quedó muy atrás, con 98,1 millones de dólares recaudados.
Asimismo, la película de Steven Spielberg también ganó la carrera de los Oscar: La delgada línea roja fue nominada a siete galardones de los que no ganó ninguno, mientras que Salvar al soldado Ryan fue nominada a 11 Oscars de los cuales acabó ganando 5.
No obstante, eso no cambia el estatus de obra maestra del que hoy disfruta, y merecidamente, La delgada línea roja. Son muchas cosas las que la hacen especial, pero una de ellas es sin duda que presenta todo un desfile de estrellas de cine, con Sean Penn, George Clooney, John Cusack, John Travolta, Jim Caviezel, John C. Reilly, Nick Nolte, Adrien Brody, Woody Harrelson y Jared Leto interpretando, con mayor y menor protagonismo, a los soldados de la isla.
Lo que resulta más curioso es que estuvimos a punto de ver algunas estrellas de Hollywood más en la película. Según ha sido reportado sobre la película, Malick tardó siete meses hasta que logró reducir el material que tenía a su disposición a 171 minutos de película, por lo que tuvo que eliminar algunas escenas en las que habían intervenido algunos nombres bastante potentes: Mickey Rourke, por ejemplo, interpretó a un francotirador, pero no llegó al montaje final, y lo mismo pasó con Bill Pullman, que aparecía en imágenes promocionales, pero no en la película.
El papel de Lukas Haas también se eliminó, mientras que Billy Bob Thornton grabó una voz en off de varias horas de duración, que Malick finalmente no utilizó. Gary Oldman, por otro lado, ni siquiera tuvo la oportunidad de filmar las escenas que tenía planeadas, a pesar de que fue elegido para la película, y tampoco aparecen en la película, pero sí en los créditos, Martin Sheen y Viggo Mortensen, puesto que llegaron a estar en los ensayos.