El nombre de Chris Pratt ahora está asociado para siempre a grandes blockbusters recientes como la saga Guardianes de la Galaxia o las nuevas películas de Jurassic World pero para los fans de la carismática Parks and Recreation siempre ha sido y será Andy Dwyer, el papel con el que el intérprete comenzó a adquirir una mayor notoriedad en su carrera como actor.
Aunque en un principio Andy se trataba de un personaje secundario, el personaje de Pratt encajó tan bien entre el público que el equipo de la serie le ascendió rápidamente. Al mismo tiempo, la carrera del actor en pantalla grande comenzó a despuntar.
Antes de convertirse en Peter Quill, Star-Lord, en la película de superhéroes de James Gunn, Pratt participó en algunas películas de éxito, como La noche más oscura (Zero Dark Thirty) o Her y, antes de ellas, Moneyball: Rompiendo las reglas, que sin duda fue una de las mejores de 2011.
Y precisamente con Moneyball: Rompiendo las reglas comenzó el cambio físico que marcó un antes y un después en la vida de Chris Pratt, quien tuvo que perder 14 kilos para hacerse con el papel después de que le dijeran que estaba demasiado gordo para meterse en la piel del personaje. Con Moneyball, en la que interpretaba al jugador de béisbol Scott Hatteberg, Pratt consiguió desprenderse también del encasillamiento de personajes más inocentes, tontorrones e inmaduros, y a partir de ese momento comenzó a hacer cosas más diferentes.
"[El papel en Moneyball] Definitivamente era algo que quería, pero yo era sólo uno más entre un gran número de personas que querían el papel. Lo leí y pensé que era increíble”, contó el actor en entrevista con Movieline coincidiendo con el debut de la película. "Mi primera prueba fue con Bennett Miller y pensé que salió bien. Sentí que encontramos algunos momentos reales. Luego, cuando me fui, mi agente me llamó y me dijo: 'Chris, realmente pensaban que eras bueno, pero creen que estás demasiado gordo'. Yo me quedé como, 'Joder, ¿en serio? Eso apesta".
El actor ha hablado de ello en varias ocasiones, como cuando en 2017 volvió a señalar el casi perder ese papel como el punto de inflexión de su cambio físico en en una entrevista con Vanity Fair sobre su ascenso al estrellato.:
Fue la primera vez que escuché a alguien decir: 'No vamos a contratarte, porque estás demasiado gordo. Decidí bajar algo de peso como si fuese un luchador profesional. No podía permitirme pagar a un entrenador, así que me puse a correr, hice dieta y dejé el alcohol
Tras perder 14 kilos en 7 meses para Moneyball, Pratt volvió a ganar peso para una película, ¡Menudo fenómeno!, pero ya estaba decidido a cambiar de hábitos para estar en mejor forma y motivado para un estilo de vida mas saludable. Su entrada en Guardianes de la Galaxia supuso el empujón definitivo: el equipo se había fijado en el para Star-Lord y volvió a llevar a cabo un proceso de cambio que ha mantenido hasta día de hoy.
Y no se arrepiente: "Estar en buena forma física es la mejor manera de combatir la depresión. Simplemente tienes endorfinas corriendo por tu cuerpo. Es el mejor antidepresivo que existe", contaría a People con el tiempo.