El equipo de Los Bridgerton lo ha vuelto a hacer: tiene la fórmula secreta para hacer que temporada tras temporada nos enamoremos de las tramas que plantean en su guion y de los nuevos personajes que ocupan el centro de las mismas.
En este caso, y por fin, Colin Bridgerton y Penelope Featherington han tomado las riendas de los episodios de una de las series más exitosas de Netflix y ya nos están haciendo soñar con la segunda tanda de capítulos que esperamos con ansias en el mes de junio. Mientras tanto, solo pensamos en mil y una ideas que pueden surgir alrededor de todo esto y la última ocurrencia que hemos tenido en la redacción de Sensacine ha sido darte algunos consejos para hacer una boda al más puro estilo de la producción:
Marca una estética acorde. Una de las cosas más útiles que puedes hacer cuando estás organizando tu boda o cualquier evento de cierto calibre, es crear un "moodboard" o panel de inspiración que sirva de guía para toda la parte decorativa de la cita. En él tendrás que plasmar la paleta de colores, añadir fotos de inspiración e incluso pautar una serie de conceptos que quieras que queden representados. Es una forma sencilla de asegurarte que en ese aspecto todo sigue una lógica y que será acorde y coherente en todo momento.
Para la elección de tonalidades, te recomiendo rosita, amarillo mantequilla, verde menta, blanco, beis, celeste, malvas... Pasteles, a fin de cuentas, los que suelen predominar en el "set".
Flores, flores y más flores. Bueno, y velas. Una parte muy importante de Los Bridgerton es la relacionada con las flores, un elemento fundamental en muchas de las escenas. ¡Cómo olvidar aquella fiesta que dieron los duques de Hastings la noche de su reconciliación! Que no falten peonías o rosas inglesas y por supuesto wisterias, las que cubren la fachada de la cada de la familia del vizconde.
Ni que decir tiene, que las velas y candelabros, si pueden ser en plata, son un "must" también para completar la decoración de mesas y ciertos rincones. Aportan un toque entre decadente y cálido muy decimonónico.
La música. Este puede que sea el factor más imperdible de todos: ¡cómo no vas a contratar un trío de cuerda acompañado de un piano para interpretar tus temazos actuales favoritos versionados! Es que sin duda si llega el día en que me case estaría sonando en algún punto de la celebración el Bad Bunny más Bridgerton.
Fuegos artificiales. En Los Bridgerton las grandes fiestas se clausuran con dos cosas: sexo (o tensión sexual) y fuegos artificiales, así que al menos esto último tiene que estar en el evento, que es algo que puedes asegurar. Abre el baile con ellos o termina la boda por todo lo alto iluminando el cielo de colores. Por cierto, los hay silenciosos.
