Muchos cineastas soñarían con que su película con la puntuación más baja por parte de los espectadores de SensaCine fuera una media de 3,6/5, pero ese honor le corresponde a Quentin Tarantino, uno de los más carismáticos y reputados y directores contemporáneos. Decidido a que su filmografía sea perfecta, de hecho, el realizador ha compartido en varias ocasiones su intención de hacer únicamente 10 películas antes de retirarse, para asegurarse de que su cine no entra en decadencia. No es seguro que vaya a cumplirlo, pero, de momento, ya los proyectos que ha dejado en el tintero se amontonan, siendo el último de ellos la película The Movie Critic que había planeado como la décima y última.
La película de Tarantino menos apreciada por los espectadores de SensaCine es Death Proof, una película estrenada en 2007, poco después de su preestreno en el Festival de Cannes, y quinto largometraje de su filmografía (en la que Kill Bill se cuenta como una sola película). Sin embargo, la película ni siquiera tiene mala nota: simplemente el listón del resto de largometrajes está demasiado alto.
Tenemos que decir también, que Four Rooms, en la que Tarantino dirige uno de los segmentos, se sitúa por debajo con 3,4 estrellas, mientras que la siguiente en la lista es Jackie Brown con un 3,9, que tampoco se lo merece ser valorada como entre las peores, pero que es otra víctima de las buenas notas del resto de películas.
Tarantino también tiene una pega relacionada con Death Proof: La versión de la película descubierta por la mayoría de espectadores fuera de estados unidos no es la que él había deseado. Death Proof había sido concebida originalmente como una doble sesión y debía ser proyectada junto al filme de su amigo Robert Rodriguez Planet Terror, emulando las sesiones dobles de los cines grindhouse en los 70, que emitían películas de explotación con mayor violencia, sexo o terror que las que se veían en las salas de cine comerciales.
Aunque sea la que menos nota le dan los espectadores, el golpe se compensa con la crítica de SensaCine, que le brinda a Death Proof nada más y nada menos que 5 merecidas estrellas: "Como era de esperar, la película de Tarantino superaba a la de Rodriguez: Death Proof no era solo un divertimento, sino que terminaba convirtiéndose, a través de una total autoconsciencia, en un mecanismo de reflexión sobre el propio medio cinematográfico", sentencia Virginia Montes. "No existe argumento tonto o película pequeña si detrás de la cámara se encuentra un genio capaz de convertir en obra maestra un puñado de ideas rescatadas del olvido tras pasarlas por el filtro de su tormentosa inventiva".