Christian Bale es, con todas las palabras, uno de los mejores actores vivos de la actualidad. El galés ha logrado desarrollar una carrera con éxitos comerciales y trabajos reputados que le ha valido varios reconocimientos. Desde que destacó con su papel de Patrick Bateman en American Psycho hasta increíbles transformaciones como la de El vicio del poder -entre muchas otras-, Bale ha conseguido una filmografía equilibrada y recomendable. Pero todo esto estuvo a punto de no ocurrir.
Cuando solo tenía 13 años, Bale trabajó para Steven Spielberg en El imperio del sol y el perfeccionismo que le exigieron fue tal que casi pensó en no dedicarse a la interpretación nunca más. En una entrevista con The Talks -y tal y como recoge nuestra web hermana AlloCine-, el actor reconoce que casi olvida su sueño a causa de la presión ejercida por el equipo -que no Spielberg-.
Me hizo pensar: 'No quiero volver a hacer esto nunca más'. Él personalmente no, pasé un tiempo maravilloso con él. Pero la experiencia de hacerlo a esa edad no es algo que recomendaría a nadie
"Creo que no es nada bueno que los niños se dediquen a una profesión tan adulta a una edad tan temprana", continuó Bale, "Por mucho que lo veas como un disfrute, terminarás con responsabilidades que idealmente no deberías tener a esa edad. Esa experiencia me hizo pensar que no quería ser actor. Realmente no regresé por completo hasta unos años después".
No da muchos detalles sobre la presión a la que fue sometido, pero el propio Bale ha sido siempre muy autoexigente y perfeccionista. De hecho, llegó a sorprender al autor de la novela original American Psycho. "[Christian Bale] quería conocerme, quería mi aprobación, aunque ya había sido elegido por el estudio y por el director", declaró Bret Easton Ellis en una entrevista con Larry King, "Me preguntó si podía reunirme con él. Fue en un restaurante cerca de Beverly Boulevard, estaba sentado en la barra y de repente sentí un golpe en mi hombro: era Christan Bale, estaba completamente vestido como Patrick Bateman, se comportaba como él, hablaba con este acento".
Una vez que dejó pasar el tiempo suficiente, Bale consiguió verlo con perspectiva y se dio cuenta de que se quería dedicar a este mundillo. "Es la montaña rusa de hacer algo creativo: cuando sale bien y disfrutas el proceso, entonces es una euforia y simplemente quieres seguir haciéndolo", asegura, "la alternativa es cuando simplemente no es nada satisfactorio y simplemente no estás trabajando bien con todas las personas con las que estás – eso simplemente te hace querer terminarlo e ir a buscar algo más que hace".