John Wayne protagonizó innumerables películas a lo largo de sus seis décadas de carrera. Tantas, que con un total de 135 papeles protagonistas, llegaría a ostentar el récord mundial de ser el actor con más papeles estelares en su carrera. Aunque el intérprete, fallecido en 1979, también trabajó en comedias de aventuras y películas de guerra, su fama se debe, por supuesto, al género western, del que es máximo referente.
Algunas de ellas, como El hombre que mató a Liberty Valance (1962), Centauros del desierto (1956) o La diligencia (1939) son consideradas aún a día de hoy como lo mejor del cine del Oeste y Wayne una auténtica leyenda que encarnó sus papeles más inolvidables frente a la cámara de otra de las grandes figuras del género: John Ford.
Elegir la mejor entre todas estas películas no es una tarea particularmente fácil, especialmente si has sido parte de todas ellas, pero Wayne tenía una debilidad especial por un western que, en su opinión, destaca entre todas sus obras. No es de extrañar que nombrara una película de Ford, con quien mantenía una relación artística de lo más prolífica: en total, hicieron 14 películas juntos, incluidas obras inmortales como las arriba citadas. Sin embargo, el actor de Hollywood apreciaba por delante de todas ellas una película de 1949, también dirigida por el cineasta: La legión invencible.
En ella, Wayne interpretaba a un personaje casi 20 años mayor que él: el veterano viudo y comandante del Séptimo e Caballería Capitán Cutting Brittles, quien se prepara para jubilarse antes de que se le encomiendo una compleja y última tarea. Su misión es llevar a la esposa y a la sobrina del comandante Allshard (George O'Brien) de forma segura a través del país, desgarrado por levantamientos y tensiones, a bordo de un carruaje.
"Segunda entrega de la Trilogía de la caballería que completarían Fort Apache (1948) y Río grande (1950). Para mí, la mejor de las tres. Es El último hurra 10 años antes de El último hurra", aseguraba el crítico y director de SensaCine Alejandro G. Calvo en su especial de las mejores películas de John Ford. "A Ford le interesaban especialmente las despedidas. Su cine es una elegía tras otra puesto que ahí se aúna el resumen de una vida con toda su furia, belleza, melancolía e integridad".
"Creo que mi película favorita es La legión invencible", afirmó el ganador del Oscar en una entrevista con The Merv Griffin Show en 1966. "Creo que hice un trabajo bastante bueno en ella".
Ciertamente lo hizo, aunque la Academia prefirió su actuación en el drama de guerra Arenas sangrientas, que se estrenó el mismo año y le valió su primera nominación al Oscar. En la misma entrevista, Wayne expresó su decepción por no haber sido nominado por La legión invencible, en la que dijo haber brindado su mejor trabajo.
Finalmente, Wayne recibió su tan esperada estatuilla en 1970 por Valor de ley de Henry Hathaway.